La organización política y militar palestina Hamás, considerada como un grupo terrorista por varios países,ha amenazado este lunes con ejecutar a un rehén israelípor cada bombardeo del ejército sobre objetivos civiles en la Franja de Gaza. Más de un centenar de israelíes están desaparecidas y se sospecha que están en manos de Hamás.
Según la última cifra que han dado las milicias islámicas, 130 israelíes están secuestrados. En los últimos días se han producido secuestros con una violencia atroz y de forma totalmente indiscriminada. Decenas de civiles, incluidos niños, han sido metidos en camionetas a punta de pistola. Además, han sacado a gente de sus casas a la fuerza para llevársela sin importar su edad, ni su condición para tomarlos como rehenes.
Hay militares y civiles secuestrados. Y entre ellos podrían estar los dos españoles desparecidos. Un hombre vasco de 46 años, llamado Iván Illarramendi Saizar, que estaba refugiado con su esposa en su casa situada a dos kilómetros de la Franja de Gaza, y una joven de 19 años. La mujer se llama Maya Villalobo, cuenta con doble nacionalidad española-israelí, y se encontraba haciendo el servicio militar en una base que fue atacada a menos de un kilómetro de Gaza.
La enorme toma de rehenes responde a la estrategia de Hamás de poder usarlos como canje. Ahora mismo, hay más de 4.500 presos palestinos en cárceles israelíes, entre ellos más de 300 niños. Por eso, la organización pretendería con estos secuestros la liberación de todos ellos a cambio de los rehenes. Algo bastante común en los últimos años, porque a largo de décadas Israel ha excarcelado a miles de presos a través de intercambios. No sólo de presos, sino que también de cadáveres. Lo pudimos ver en 2008, cuando Israel liberó a cinco encarcelados y devolvió 200 cadáveres libaneses y palestinos a cambio de otros dos cuerpos, los de dos soldados israelíes capturados por Hezbolá, una organización musulmana chií libanesa.
Hamás sabe que si tiene militares entre sus rehenes, los intercambios van a llegar. Es parte del acuerdo tácito que el Estado israelí tiene con sus jóvenes, ellos se comprometen a una formación militar obligatoria y el Estado los protege pase lo que pase. Aunque eso implique liberar a más de 1.000 presos palestinos. Ya ocurrió en 2011 con la liberación de Gilad Schalit, un soldado israelí que Hamás tenía retenido en Gaza desde 2006. A cambio de un prueba de vida, Israel excarceló a 20 presos. Y a cambio del soldado liberaron a 1.027 personas. Y ni siquiera les importó que entre ellos hubiese terroristas de Hamás, necesitaban salvar a su soldado.
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