Joe Biden ha dado un giro a la guerra en Ucrania con su visita en Kyiv a Volodímir Zelenski. El presidente de Estados Unidos ha dejado claro su apoyo a Ucrania entre sirenas antiaéreas tras el despegue de un avión militar ruso desde Bielorrusia.

En esta visita hay muchos detalles que merece la pena resaltar, desde cómo se gesto hasta qué elementos han resultado clave a la hora de entender la trascendencia del evento. Horas antes, la Casa Blanca había avisado de su viaje para evitar el conflicto. Lo hicieron tanto a Ucrania como a Rusia, publicando el viernes una agenda falsa que sería cambiada este mismo lunes.

Dentro del Air Force One, había tres personas de la confianza de Biden y unos pocos periodistas a los que se ha confiscado el móvil. Una vez en Kyiv, se ha dado la imagen de Biden subiendo las escaleras del palacio Mariyinski para saludar a Zelenski. "Gracias por venir", le ha dicho el presidente ucraniano.

Las imágenes las hemos podido ver unas dos horas después de producirse, evitando el directo ante posibles ataques. En su mano izquierda, Joe Biden llevaba una nota para Zelenski en la que se leía el siguiente mensaje:

'Me siento honrado de ser recibido nuevamente en Kyiv para mostrar solidaridad y amistad con el pueblo de Ucrania, amante de la libertad. Señor presidente, por favor, acepte mi más profundo respeto por su coraje y liderazgo. ¡Slava Ucrania! (Gloria a Ucrania). Joe Biden.'.

Pese a lo improvisada que pudiese parecer la escena, el gobierno estadounidense llevaba meses preparando el viaje y semanas negándolo. El secreto era total; es más, para llegar a Ucrania, Biden ha aterrizado primero en Polonia con coches preparados con contramedidas electrónicas. Los ucranianos no sabían quién podía llegar detrás de una gran caravana conformada por 40 vehículos.

Una vez allí, Biden ha anunciado 470 millones de dólares en ayudas a Ucrania y ha homenajeado a los soldados muertos. Finalmente, ha inaugurado una placa en honor a los caídos, dando un abrazo a Zelenski. "Kyiv me ha robado el corazón", ha confesado Biden tras seis horas en un territorio en guerra sin tropas de Estados Unidos.