Todos los ojos estaban puestos en Marta Ortega, la hija del creador del imperio, de Amancio Ortega. Había quienes dudaban si poner a la hija del jefe a los mandos de un transatlántico como Inditexera la opción correcta. Pero desde la llegada de Marta Ortega y del nuevo CEO, Óscar García Maceiras la empresa sigue yendo como un tiro.
El 30 de noviembre saltó la noticia de la marcha de Pablo Isla, presidente de Inditex para ser relevado por Marta Ortega. Ella asumió el cargo en abril de 2022 y justo en ese año, Inditex se marcó el mejor año de su historia: 4.100 millones de beneficios. Un 27% más que el año anterior. Pero es que ya encadena nueve trimestres seguidos incrementando sus beneficios. Al principio fue complicado para ella y para el nuevo CEO, García Maceiras. La noticia de la salida del anterior presidente Pablo Isla no les gustó mucho a los accionistas.
Su crecimiento se debe a que sus ventas no dejan de crecer. No es que esté ajustando márgenes o reduciendo costes. Cada día que pasa vende más y más, tanto en sus tiendas físicas como online. En este primer trimestre del año han facturado por valor de 7.600 millones de euros. Es un 13% más que el mismo periodo del año pasado.
Todo esto a pesar del impacto que ha tenido en el grupo la guerra de Ucrania. Cierre de tiendas y reducción de beneficios. El grupo decidió como muchas otras grandes multinacionales salir de Rusia y cerrar sus tiendas de Zara y de sus otras marcas. En total, 500 tiendas. Eso supuso un duro golpe para Inditex. El grupo tuvo tuvo que destinar más de 200 millones de euros como provisión para amortiguar el golpe de cerrar esas tiendas y también los efectos colaterales de la guerra como la inflación y la subida de sus costes de producción y distribución.
Ha cerrado tiendas en Rusia pero, a cambio, sigue expandiéndose por todo el planeta. Han abierto nuevas tiendas en 17 países. Incluso han desembarcado por primera vez en alguno como en Camboya. En total tienen casi 6.000 tiendas repartidas por prácticamente todo el mundo.
Estos resultados históricos están teniendo su reflejo en los mercados, en la Bolsa. Ayer subió casi un 6% en el Ibex 35. Pero es que lleva un año extraordinario, batiendo récords. Ya es la empresa española más grande del mundo, supera los 100.000 millones de euros de valor y en la Bolsa no deja de subir y subir. En abril del año pasado, había caído muchísimo. Estaba en 20 euros por acción, desde entonces, una subida imparable. Casi un 70% de revalorización en poco más de un año.
Pero entre todo este panorama que parece idílico, a Inditex se le presentan principalmente tres retos. El primero: la competencia de China. En concreto del gigante textil Shein. Y el segundo y el tercero van relacionados, ambos con la idea de hacer un mundo más sostenible. Por un lado el auge de la ropa de segunda mano que le quita ventas, y por el otro, la necesidad de reducir el impacto medioambiental de una industria tan contaminante como es la industria textil.
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