El IPOD, Índice de Precios en Origen y Destino de los Alimentos, es un indicador que afecta directamente a la cesta de la compra. Se trata de un índice que marca la distancia entre el precio en origen y en destino.

Por ejemplo, nos indica la diferencia que hay entre el precio de un tomate o un kilo de ternera, en las plantaciones o granjas, y lo que nos acaba costando ese tomate o ese kilo de ternera en el supermercado. Según el último IPOD que hemos conocido, el de noviembre, estamos pagando de media por estos productos casi cinco veces más por los alimentos que lo que cuesta producirlos en origen. En concreto, 4,53 veces más, según los cálculos del sindicato agrario COAG.

Analizando las mayores distancias entre la huerta y el mercado, con los datos publicados este miércoles, destaca que el producto que donde más lejos está lo que cobra el agricultor de lo que paga el consumidor es el ajo. Su precio de origen es de 0,61 céntimos el kilo. Precio en el supermercado puede llegar a costarnos casi seis euros el kilo. La diferencia de casi diez veces.

El segundo alimento con tanta diferencia es es la uva.. se paga a 67 céntimos el kilo en origen y a 5,25 en destino. Su precio se multiplica casi por ocho. El tercero: la naranja que se paga a los agricultores a 24 céntimos por kilo y que en el supermercado encontramos a 1,76 euros. Siete veces más.

Le sigue la mandarina. Con una diferencia que va de los 35 céntimos el kilo en origen a los 2,36 euros en destino. Casi siete veces más. En el quinto puesto hay empate: la lechuga y la acelga son seis veces más caras en el súper que en el campo. Y el sexto alimento con más diferencia es la aceituna de mesa, cuyo precio ene l supermercado se multiplica por seis respecto a lo que se paga a los agricultores.

Los agricultores de la COAG analizan durante el año 32 productos, y hasta ahora, la tendencia era claramente a la baja: el IPOD había decaído mucho desde el inicio del año. Sin embargo, en leste último mes ha cambiado drásticamente la tendencia y el IPOD se ha disparado.

Esto se debe a una cuestión de márgenes. En las últimas semanas el precio del combustible y de la luz se ha reducido, así que los costes en origen también han bajado. A agricultores y ganaderos les sale un poquito más barato producir los alimentos, pero eso se no se ha reflejado en el precio final. Las grandes superficies han mantenido los precios a pesar de que les sale más barato comprarlos que hace unos meses. Y ojo porque, el precio final, el que vemos en los supermercado, suele reaccionar más tarde cuando bajan o suben los precios en origen.

LaSexta Clave ha hablado con la patronal que agrupa al 70% de los distribuidores, autoservicios y supermercados, sobre la distancia sideral que hay entre los precios de la huerta y del sindicato.

Los distribuidores se defienden diciendo que ellos también han asumido la subida de muchos costes, que no se están beneficiando más que antes y agregan además que manejan cifras diferentes a las de COAG.