En cuanto a arsenal nuclear, Rusia es la primera potencia mundial: ocupa el número uno en el ranking de los nueve países que poseen armas nucleares. A pesar de que en los últimos 40 años se han reducido en casi 60.000, todavía existen alrededor de 13.000 armas nucleares en el mundo, suficientes para destruir varias veces la civilización humana y, junto con Estados Unidos, Rusia suma el 90% del arsenal nuclear mundial.

Les sigue China, con 350, y Francia con casi 300. Reino Unido, con 225, es la quinta potencia incluida en el Tratado de No Proliferación. Además, Pakistán, India, Israel y Corea del Norte, pese a no estar reconocidos, también cuentan con armas de destrucción masiva.

Ante las amenazas de Moscú sobre un ataque nuclear, Francia recordaba a Putin que la OTAN tiene capacidad para responder con el arsenal de tres de sus miembros, entre ellos EEUU, que suma 5.550 cabezas nucleares. Sin embargo, aun sumando el potencial de Francia y Reino Unido, Rusia conservaría la mayor fuerza del mundo: 6.255 cabezas, 1.625 desplegadas y el resto almacenadas o en proceso de desmantelamiento.

Asimismo, lejos de ir a menos, el Kremlin cada vez moderniza cada vez más sus armas de destrucción masiva y es, junto a China, el país más avanzado en misiles hipersónicos. En 2019 probó por primera vez el misil Avangard, capaz de transportar ojivas nucleares a más de 6.000 kilómetros y tiene en desarrollo un submarino nuclear previsto para 2025.

Más allá de los últimos avances, el pasado fin de semana Putin ya hizo gala de su arsenal atómico adelantando, en advertencia a la OTAN, la exhibición anual que suele realizar en otoño. Desde el centro de operaciones del Kremlin, junto a Lukashenko., supervisó las pruebas de su amplio arsenal de misiles con capacidad nuclear por tierra, mar y aire.

¿Qué tiene Ucrania frente al potencial de esos misiles hipersónicos? En armamento nuclear, nada: en 1994 renunció a su gran arsenal atómico, que cedió a Rusia, a cambio de garantías de seguridad y, precisamente, el reconocimiento de su soberanía. Un acuerdo que Moscú ha incumplido en Crimea, en el Donbás y ahora con los últimos ataques.

Hasta su desmantelamiento, Ucrania era el tercer país del mundo con más armas atómicas, unas 5.200. Les queda el combustible de Chernóbil, con el que podrían fabricar el relleno, pero necesitarían entre cinco y siete años para desarrollar nuevas armas nucleares.