El submarino ruso Belgorod ha hecho saltar las alarmas internacionales ante el temor de que Putin inicie una guerra nuclear. Sin embargo, si Rusia tuviera la intención de atacar con armas nucleares no necesitaría a 'Poseidón', ni siquiera un submarino.

El Kremlin también posee armas nucleares tácticas, ojivas mucho más pequeñas con mayor exactitud y que pueden ser lanzadas desde casi cualquier punto del mundo: aviones, barcos, trenes o submarinos. Así, puede alcanzar objetivos a 2.500 kilómetros. Desde la frontera rusa podrían lanzar un misil hasta Barcelona. Se trata de material muy sensible que puede detectarse desde la distancia, sin embargo, Estados Unidos afirma que aún no ha detectado ninguno entrando en Ucrania.

El poder de destrucción de Rusia es inabarcable. Posee armas de 0,3 a 100 kilotones que, en comparativa con la bomba de Hiroshima, podría multiplicar su potencia por 6, con pérdidas humanas incalculables teniendo en cuenta que allí murieron 140.000 personas.

Los expertos militares creen que Putin podría utilizar este tipo de armas como advertencia. Concretamente ponen el foco en la isla de la serpiente, un enclave de 17 hectáreas en el Mar Negro, territorio ucraniano, donde se podría dar una advertencia a la OTAN.

El Kremlin también podría usar un arma nuclear para generar un pulso electromagnético. Este tipo de armas están diseñadas para lanzarse al espacio, donde explotan e interactúan con el campo magnético de la Tierra, evitando que funcione cualquier elemento electrónico y magnético y provocando el caos en hospitales, bolsas económicas...

En total, aproximadamente, se estima que Rusia posee 6.375 armas nucleares, Estados Unidos 5.800 y muy de lejos le seguirían países como China (350), Francia (290) o Reino Unido (215).