La princesa Marta Luisa de Noruega ha anunciado a través de la página oficial de la Casa Real de Noruega y de sus redes sociales que renuncia a sus funciones como miembro de la realeza. La primogénita mantendrá su título de princesa, pero dejará de formar parte de la agenda y de las actividades oficiales de la familia real noruega.

En el comunicado oficial, la familia real noruega intenta esgrimir que es un deseo expreso de la princesa, pero lo cierto es que las presiones mediáticas e internas dentro de la familia real le han llevado a tomar esta decisión.

Tras los verdaderos motivos se situaría en la publicación en sus redes sociales del compromiso con el su pareja, el chamán Shaman Durek. El heredero Haakon ha sido el primero en pronunciarse acerca de este noviazgo y en poner en cuestión sobre la mesa la necesidad de que ella siguiera al frente de la Casa Real. A raíz del matrimonio son muchas las voces populares las que la han puesto en cuestión.

Pero más allá de esa boda, la controversia está en con quién se casa. Shaman Durek es uno de los chamanes convertido en 'gurú' para algunos famosos, como Gwyneth Paltrow.

Entre sus polémicas, sus remedios para cambiar la edad de las personas, curar la leucemia o el coronavirus, que él mismo dice haber previsto en un pasado. En una entrevista en la revista 'People' llegó a afirmar que en una vida pasada fue faraón del antiguo Egipto y la princesa Marta Luisa su reina.

Así, la princesa deja de representar a la Casa Real noruega, pero mantiene su título por deseo expreso del rey de Noruega. Sin embargo, no podrá aparecer ninguna imagen de la corona en sus redes sociales o actividades comerciales.

Y es que son precisamente estas últimas las que protagonizan el segundo motivo de su renuncia, los intereses comerciales para los que habría sacado provecho, presuntamente, de su título de princesa.