El secretario de secretario de Organización del PSOE navarro, Ramón Alzórriz, cree que a Bildu le queda todavía "recorrido ético", por eso, no va a entrar en el Gobierno del Ayuntamiento de Pamplona. Por eso, el acuerdo reciente de EH Bildu y el PSOE destaca el "reconocimiento y reparación de las víctimas".

Desde el inicio de Bildu en 2011, la formación vasca ha lidiado con equilibrios internos y externos en sus condenas al terrorismo. De hecho, condenaron el atentado de Tomás Caballero en 1998. Asimismo, también está la firma del decálogo, que rechaza la violencia, fue esencial. Pero las críticas persisten, ya que algunos consideran un gesto de "cinismo" el reconocimiento explícito a las víctimas sin condenar la violencia de ETA ni pronunciar la palabra "perdón".

La entrada en el Congreso en 2019 obligó a EH Bildu a redefinir su imagen y mensaje, expresando solidaridad con las víctimas desde la tribuna. Aunque asisten a homenajes anuales, como el de Miguel Ángel Blanco, y suavizan su postura, el "recorrido ético" aún enfrenta desafíos. Persisten símbolos como 'ONGI ETORRIS' a presos excarcelados y líderes con historial en ETA, como Arnaldo Otegui y David Pla, que generan críticas.

A pesar de los gestos y la suavización del mensaje, EH Bildu mantiene a exmiembros de ETA entre sus filas, incluso en las listas electorales de las últimas elecciones municipales. Para las víctimas, este recorrido ético parece diluir el pasado en lugar de romper totalmente con él. Sin embargo, la exigencia de un perdón y una condena explícita de la actividad terrorista siguen siendo cruciales para muchos críticos y afectados por la violencia de ETA.