Rusia alardea de su éxito en Bajmut mientras intenta poner solución a un nuevo problema. Un grupo de paramilitares rusos que se oponen al gobierno de Putin han atacado durante dos días la ciudad rusa de Belgorod. Rusia ha sufrido un ataque en su territorio y los autores son rusos. Y tras volver a territorio ucraniano se han reunido con la prensa para dar su versión del ataque. Aseguran que solo han sufrido dos bajas y que han atacado infraestructura civil y edificios administrativos.

El sueño de Zelenski se hace realidad: un ataque que obliga a Putin a desviar recursos hacia su territorio para poder defenderse. ¿Quiénes son los autores de estos ataques? Son el Cuerpo de Voluntarios Rusos y la Legión Libertad de Rusia. Grupos que nacen con la invasión, que empiezan operando como "pequeños grupos de combate", pero que con el tiempo se han vuelto decisivos en su apoyo al frente ucraniano. Si algo tienen en común sus líderes es el deseo de derrocar al régimen de Putin.

Hace apenas nueve meses que se formó el Cuerpo de Voluntarios Rusos, de extrema derecha, con exmiembros del Regimiento Azov, con el que empezaron a luchar por Ucrania. Se desconoce el número de componentes, pero no es la primera vez que protagonizan incursiones en territorio ruso. En marzo, Moscú les acusó de matar a dos civiles en la región fronteriza de Briansk.

Su líder, considerado un "terrorista" por Putin, es Denis Nikitin alias Rex Blanco, uno de los neonazis más conocidos de Europa. Nació en Rusia, pero fue en Alemania durante su adolescencia donde cogió renombre entre los ultras del Colonia. También su simbología, base de la marca de ropa que creó bajo su alias al instalarse en Ucrania. Reconoció que el fútbol era lo de menos, que a él lo que le gustaban eran las peleas y así comenzó a organizar torneos de las artes marciales más extremas.

En sus publicaciones no esconde sus alabanzas a Hitler o sus comentarios abiertamente racistas y homófobos, incluso contra Zelenski por 'judío y maricón'. Aunque en videos defienda que Ucrania es el único país donde los nacionalistas blancos pueden defender sus ideas con armas.

Junto a ellos, la Legión Libertad de Rusia, creada hace justo un año como un grupo de "partisanos" por "una nueva Rusia libre". Su emblema es un puño cerrado. Defienden que es posible luchar con éxito contra el régimen de Putin porque ellos mismos reivindican las últimas incursiones en Belgorod y que no pararán hasta liberar la zona. Son ya varios intentos por parte del espionaje ruso de infiltrarse en sus filas.

Entre sus fundadores, se encuentra un exdiputado de la Duma, que se ganó la animadversión del Kremlin por ser el único en votar contra la anexión de Crimea. Pero quien ejerce de portavoz es el llamado César. Un hombre que se define como un nacionalista ruso, de hecho, perteneció al Movimiento Imperial, pero al que le mueve su rechazo a la invasión: “Un ruso de verdad no se involucra en una guerra tan agresiva, no viola niños, ni asesina a mujeres ni ancianos".

El ataque sobre Belgorod se basa en seis claves. La primera es que obliga a Rusia a desviar tropas para proteger sus fronteras. Segunda clave: Rusia y Ucrania comparten 700 kilómetros de frontera. Para defenderla hacen falta muchos efectivos y esos efectivos están luchando en los 1.000 kilómetros de frente que hay activos en Ucrania. Todo esto nos lleva a la tercera clave, y es que Rusia ya no solo piensa en atacar a Ucrania.

La cuarta clave que se esconde tras el ataque sobre Belgorod es que con este ataque se ha logrado transmitir al exterior una imagen de debilidad rusa. Una imagen que también ha calado entre los ciudadanos rusos porque hasta ahora solo temían que los más jóvenes fuesen al frente. Y es aquí donde entra la quinta clave. Ahora, los que viven cerca de la frontera ya tienen miedo de que les pueda caer una bomba encima. Sexta y última clave: Ucrania se ha encargado de ampliar ese miedo. Con una campaña en redes sociales en las que se ha magnificado el ataque y la evacuación de la ciudad. En resumen, Ucrania está más fuerte tras el ataque y Rusia tiene ahora un problema más.