Una de las grandes diferencias entre la extrema derecha francesa y española es que Marine Le Pen sí está logrando seducir a capas de población asociadas tradicionalmente más con partidos de izquierdas, logrando el 67% del voto de los trabajadores y más de la mitad del de las personas con estudios básicos y de aquellos que ganan menos de 1.250 euros al mes.

Vox, en cambio, al menos de momento no lo está consiguiendo en esos mismos grupos. Así se desprende del estudio postelectoral del CIS sobre las elecciones de 2019: por clase social, entre las viejas clases medias (4,8%) y los obreros cualificados (4,6%) y no cualificados (3,9%), el partido de Santiago Abascal obtenía un porcentaje inferior al que tiene de media (4,9%).

Por profesiones, Vox no alcanza su propia media entre los más vulnerables económicamente, como jubilados (3,2%), parados (3,7%) o estudiantes (4,1%). Donde obtiene su mejor resultado es entre los agricultores, donde llega al 11,4%, o entre los pequeños empresarios, donde casi alcanza al PP con el 7,2. Tiene muy buenos resultados entre los obreros cualificados y los empleados en oficinas y servicios, donde supera el porcentaje de voto que el PP logra entre esos grupos.

Según el nivel de estudios de los votantes, en el grupo sin estudios o con estudios solo de Educación Primaria, obtiene la penetración más baja: 1,2 y 2,8%, respectivamente, lejos del 4,9% que obtiene de media. Donde obtiene un buen resultado es entre los electores con educación Secundaria y FP, muy cerca con el resultado de su inmediato competidor ideológico, el PP.

¿Qué nos dicen exactamente estos datos sobre el votante de Vox? Que el partido está en todas partes: tener más o menos dinero o estudios no impide votar a partido. Los politólogos y sociólogos, no obstante, apuntan que quien está más representado entre los votantes de Vox es gente de las capas altas, con algo de estudios y una vida cómoda.

Puedes ver el análisis completo sobre la diferencia entre el público de la extrema derecha en España y Francia y cuál puede ser el futuro caladero de votos de Vox en el vídeo que ilustra estas líneas.