Lo advirtieron y lo consiguieron. Defensores de Trump protestaron a las puertas de la Corte Penal de Manhattan. Y fueron convocados por una mujer: Marjorie Taylor Greene, la congresista de las conspiraciones. Ella ha llamado a defender a Trump en las calles. Ella ha estado manifestándose, aunque solo cinco minutos.

Taylor Greene es una congresista ultraconservadora y defensora acérrima de Trump. Y ahora mismo además interesada en la candidatura a la vicepresidencia. Taylor Greene es congresista desde 2020. Por el estado de Georgia. Llegó al escaño haciendo campaña sin separase de su rifle. Le encantan las armas y las teorías de la conspiración. Seguidora del movimiento Qanon, defiende que existe una “secta satánica” de líderes demócratas y otras celebridades que trafican con niños. También defendió que en el 11S no se estrelló ningún avión y que los incendios de California los provocaron láseres especiales manejados por judíos.

Congresista republicana, conspiranoica y racista. Muy racista. No quiere migrantes en Estados Unidos y no tiene problemas en insultarles en público. Además es tránsfoba. Taylor Greene está contra cualquier derecho de las personas trans y se encargó de dejarlo claro en sus intervenciones en el Congreso. Lo hizo poniendo una bandera en la puerta de una congresista demócrata, madre de una chica trans. Lo grabó orgullosa y lo subió a sus redes.

Tuvo problemas por ese gesto en el Congreso pero no han sido los únicos. En febrero de 2022 fue apartada de los comités parlamentarios en los que estaba. Por sus conspiraciones, además de su negacionismo y rechazo a las vacunas y su justificación de la violencia con sus rivales políticos. Motivos suficientes para que el Congreso reprobase su actitud.

Pero eso no hizo que se replantease sus argumentos. El mismo día del procesamiento de Trump ha subido un vídeo a su cuenta de Twitter. Imágenes de Biden con niños para denunciar que los demócratas son unos pedófilos. Algo que ratificó en una entrevista.

Su presencia defendiendo a Trump en las calles ya empieza a ser costumbre. Lo ha hecho en cada evento al que ha asistido desde que se conociese la imputación del expresidente. Porque para ella la culpa de todo esto es del magnate George Soros.