En Davos no solo se esquía, también se decide el destino económico mundial. Klaus Schwab, el profesor alemán visionario, fundó el Foro de Davos hace más de 50 años. De profesor universitario a anfitrión de los líderes más influyentes, convirtió un modesto pueblo alpino de Suiza en el epicentro del poder global.

Schwab controla el evento social clave del planeta, pero acceder a su círculo selecto tiene un precio: la invitación exclusiva o una inscripción de hasta 17.000 euros. Asegura que en 2030, Estados Unidos ya no será la primera potencia del mundo y que no tendremos nada y se lo alquilaremos todo a empresas, incluso la privacidad.

Aunque el Foro se jacta de ser un encuentro sin fines de lucro, se financia por megaempresas, con directivos de la talla de la directora del FMI, el propietario de la revista 'Time' o Rania de Jordania.

Con 85 años, controla uno de los eventos sociales más importantes del mundo. Dice que la creatividad y la empatía elevarán a la humanidad, pero también es de los que piensa que tenemos demasiada privacidad. Así que Klaus Schwab es el anfitrión cada año de la élite y el poder mundial.