El rechazo de Vox a las celebraciones del Orgullo LGTBI se ha visto reflejado en numerosas ocasiones, siendo la última la acción del presidente de las Cortes de Castilla y León, Carlos Pollán (Vox), que ha amenazado con "acciones judiciales" si los procuradores del PSOE no quitan la bandera de las ventanas de sus despachos.

Pollán es el cuarto político de Vox que preside un parlamento autonómico en España. Leonés, hijo de minero, licenciado en Derecho y deportista antes que político. Fue el portero del Balonmano Ademar durante ocho años; tras esa etapa, fue entrenador de categorías inferiores durante 12 temporadas y después, presidente del club. Bajo su mandato, entró en bancarrota. Pollán declaró el concurso de acreedores y dejó su puesto en 2013.

Del balonmano pasó al pádel, como responsable de categorías menores de la Federación de Castilla y León. Y del pádel, dio el salto a Vox. En 2019, se convierte en presidente provincial del partido en León, presentándose de número 5 a las Cortes y no logrando representación. En aquel entonces, sacaba pecho del ideario de Vox, partido que no considera de extrema derecha.

Pollán tampoco considera a Vox un partido populista. ¿Por qué? Porque respeta "las libertades individuales". Eso sí, cuando le preguntan por la inmigración, poco respeto a ninguna libertad, ya que apuesta por una inmigración "legal, ordenada y que respete nuestra cultura".

El miembro de Vox se conviritó en el máximo representante de las Cortes castellanoleonesas en marzo de 2022, a pesar de llevar años diciendo en público que había que acabar con las autonomías, considerando el estado autonómico "absolutamente fallido".

De ahí que no acudiese a la celebración del Día de Castilla y León -aunque ya era presidente de las Cortes- y que evitase mencionar el Estatuto en el 40 aniversario. Ahora, es presidente por el pacto PP-Vox, un PP que a Pollán siempre le ha parecido "un partido progre".