La elección de Leibovitz para capturar la esencia de los reyes ha causado cierto revuelo en la opinión pública. Con su enfoque audaz y estilo inconfundible, la fotógrafa promete romper con la solemnidad tradicional de los retratos institucionales. Sus obras previas, desde Messi y Ronaldo jugando ajedrez hasta Whoopi Goldberg en una bañera de leche, desafían las expectativas y transmiten una historia única en cada instantánea.

Los retratos reales suelen reflejar dignidad y formalidad, pero Leibovitz busca cambiar esa norma. Con antecedentes de fotografiar a figuras de renombre de manera inesperada, desafía la rigidez de los retratos oficiales. Desde la seriedad de Juan Carlos hasta la sonrisa desenfadada de Felipe VI, la fotógrafa promete plasmar la autenticidad de los reyes. Además, el Banco de España ha desembolsado 135.000 euros por su contratación, y se espera que el retrato de los reyes rompa con las tradiciones establecidas.

En el pasado, figuras como Alberto Schommer lograron capturar momentos íntimos con la familia real, trascendiendo los límites del retrato oficial. Leibovitz se une a esta distinguida lista, buscando transmitir la esencia genuina de los reyes de una manera única. Este cambio refleja la evolución de la monarquía española, que busca un retrato más contemporáneo y atrevido, diferente al clasicismo del cuadro de Antonio López que marcó una era pasada.