El voto de los españoles en el extranjero, conocido como CERA, podría hacer bailar escaños e incluso cambiar los bloques.

Además de las mayorías que posibiliten una investidura, hay una fecha previa marcada en el calendario: el 17 de agosto es la constitución de las Cortes y, por tanto, de la mesa y la presidencia del Congreso, fundamental para los bloques. El movimiento de un solo escaño podría no solo decantar la balanza para este puesto, sino acortar los plazos en las negociaciones. Si Sánchez pierde la mayoría, estará obligado a llegar a un acuerdo con los independentistas antes de ese día.

Con el voto CEDA, el PSOE podría ganar y perder hasta tres escaños. El mismo número puede ganar el PP, y perder entre uno o dos escaños. Se están librando batallas por el último escaño ahora mismo en nueve provincias que dependen de esos votos.

Las batallas por el último voto

Por ejemplo, por menos de 400 votos, el PP arrebataría un escaño a Junts en Girona; además, a los populares les faltan menos de 2.000 votos para quitar un escaño al PSOE en Madrid, y puede haber trasvase de escaños entre los dos principales partidos en Málaga por 3.000 votos. Pueden parecer muchos votos, pero en las últimas elecciones el CERA otorgó un voto mayoritario a los socialistas y es una provincia con gran concentración de voto exterior.

Solo hay que remontarse a las últimas generales, las de noviembre de 2019, para ver precedentes de movimientos de escaños. En la provincia de Bizkaia, el PNV perdió con el voto CERA un escaño a favor del PP. Esto complicó la investidura de Sánchez, al que solo un único escaño le separaba de la mayoría, por lo que necesitó la abstención de Bildu para ser investido.

Actualmente, hay inscritos en el censo electoral de los residentes en el extranjero 2,3 millones de electores. Las comunidades con más votantes son Galicia, Madrid y Cataluña, aunque cada uno puede elegir en qué circunscripción vota.

No sabemos cuántos votarán pero sí que la abstención suele ser alta. Menos del 7% de los residentes en el extranjero ejercieron su voto en las últimas generales, pero estas son las primeras en las que, tras un cambio en la ley, todos los residentes han recibido su documentación sin solicitarla, así que se espera que ese porcentaje pueda llegar a las cifras de 2008.

Tradicionalmente, el voto CERA suele favorecer a la izquierda. Entre PSOE y Podemos se han repartido el primer puesto desde el año 2000.

El plazo de cinco días desde las elecciones para hacer el escrutinio del voto exterior es un plazo que marca el artículo 75 de la LOREG. Es un proceso muy largo: las personas tienen que votar por correo postal o en las embajadas, el voto llega por valija diplomática y cinco días más tarde de la jornada electoral se recuenta en menos de dos horas. Después, esos votos se suman al escrutinio general, a los votos por correo y presenciales, y días después se publican los datos definitivos.

En este caso, esos datos, salvo sorpresa mayúscula, no definirán unas mayorías claras para una inmediata investidura. Todo apunta a que PSOE y PP tendrán que seguir negociando.