¿Por qué es tan importante Ucrania para Rusia? Ariadna García Chas lo explica en laSexta Clave, donde desglosa los intereses de Moscú en el país vecino.

Uno de ellos está en la región histórica del Rus de Kiev, un territorio que abarcaba parte de las actuales Ucrania, Bielorrusia y Rusia en el siglo IX. Entonces era la federación de los eslavos orientales, la mayoría étnica de Rusia y Ucrania: su epicentro era Kiev, la capital de Ucrania, y los nacionalistas rusos lo consideran el origen de su historia.

Además, en Ucrania hay ciudadanos que se consideran rusos, concretamente el 17% de la población, un porcentaje que aún es mucho mayor en las regiones prorrusas: en Crimea alcanza el 68% de habitantes que se consideran rusos y en el Donbás, la región al este del país que está en conflicto activo desde 2014, más de 200.000 habitantes han adquirido el pasaporte ruso.

Pero también hay intereses económicos de por medio, como el gas, dado que la mayor parte del que calienta los hogares del noreste de Europa viene de Rusia y pasa a través de Ucrania, que cobra porque el combustible pase a través de su territorio.

Y es que Rusia es uno de los principales importadores de gas natural a Europa -supone aproximadamente el 40% de las importaciones -y muchos de sus gasoductos atraviesan Ucrania para llegar al resto del continente. Moscú ya está buscando alternativas para no depender tanto de Ucrania, pero también es una forma de presionar al país vecino, para quien esto supone una fuente de ingresos.

No obstante, en esta zona también se mueven importantes intereses de carácter geopolítico: Putin no quiere que Ucrania entre en la OTAN y que la Alianza siga expandiéndose. Al contrario, Moscú quiere que vuelva a su configuración de 1997, a lo que la organización se opone.

¿Por qué? Rusia entiende que necesita un 'colchón', una serie de estados que actúen como 'tapón' entre sus fronteras y las de la OTAN por una cuestión de seguridad nacional. Algo que a día de hoy no ocurre, porque desde los 90 se han sumado 14 nuevos miembros a la OTAN y muchos de ellos son repúblicas postsoviéticas.

Precisamente, Rusia intenta recuperar la hegemonía del espacio postsoviético, creando organizaciones de índole política y económica, como la Unión Euroasiática, y Putin sabe que eso no es posible sin una de las principales economías de la antigua URSS: Ucrania.