Pablo Díaz, ganador de Pasapalabra, se convirtió en una leyenda de los concursos al alcanzar un bote de un 1.800.000 euros, uno de los premios más altos de la televisión. Imposible no recordar el momento en el que supo que había acertado hasta la última pregunta: los gritos, las lágrimas y la emoción inundaron el plató del concurso.

Pero lo cierto es que del cuantioso premio, solo una parte le corresponde al concursante. La otra parte, un 44% (800.000 euros) irán a parar a Hacienda. Como explica el periodista Hugo Domínguez, no todos los premios se tributan del mismo modo.

En función del IRPF

En el caso de Pasapalabra, se considera que tiene un aumento de su patrimonio por una ganancia puntual, y eso va al IRPF. Es como si fuese un aumento de su sueldo de manera puntual.

En este tipo de concursos, depende del dinero que ganes con el premio. Así, si ganas hasta 12.450 euros, se tributa un 19%; si consigues hasta 20.200 euros, debes tributar el 24% de esa cantidad; tributarás el 30% si ganas entre 20.200 y 35.200 euros; un 37% si ganas hasta 60.000 euros. Todo lo que supera esa cifra, tributa con el 45%, como es el caso de este extraordinairo bote de Pasapalabra.

Impuesto especial para la lotería

Luego hay otro tipos de premios, como el del Euromillones que ganó un malagueño hace poco, consiguiendo un bote de 78 millones. ¿Cuánto se queda él y cuánto Hacienda?

En este caso, se tributa al 20%, por lo que en este caso concreto, el hombre consigue 62 millones limpios y Hacienda se lleva 15. La diferencia con este impuesto es que es especial para las loterías.

¿Con qué premio puedes dejar de trabajar?

Una vez resueltos los tipos de impuestos que se establecen a según qué precios, el periodista ha explicado lo más importante: el premio que te tiene que tocar para poder dejar de trabajar.

Según los cálculos, a una persona de 25 años que hecha la lotería le tiene que tocar, como mínimo, 1.700.000 euros para no tener que trabajar hasta los 81 años.

Si tienes unos 45 años y una vivienda en propiedad, al menos tiene que tocarte 1.100.000 euros para no tener que regresar a la oficina de por vida.