Buscan y captura pendiente

¿Por qué Mur y Busca no han acudido al juzgado? Así funciona realmente la notificación judicial

¿Por qué es importante? Aunque toda España sabía que debían declarar, Mur y Busca alegan que nunca recibieron la citación formal. La ley solo obliga a un imputado a acudir si la notificación llega correctamente, y mientras no sea así, su ausencia no se considera incumplimiento.

¿Por qué Mur y Busca no han acudido al juzgado? Así funciona realmente la notificación judicial

La Asociación Verdad y Justicia, que representa a los afectados por los llamados 'protocolos de la vergüenza', ha anunciado que pedirá al juez una orden de busca y captura contra Carlos Mur y Pablo Busca. Sí, los mismos ex altos cargos de Ayuso que deberían haber declarado este martes… y que no aparecieron.

La pregunta es obvia: ¿todo España sabía que tenían que acudir al juzgado… menos ellos?

La clave: estar correctamente notificado

No es lo mismo estar informado que estar formalmente notificado. Cuando alguien es investigado, la ley obliga a recibir la notificación por carta certificada:

  • Un funcionario de correos entrega la carta en tu casa.
  • Tú firmas y queda constancia de que la has recibido.
  • A partir de ahí, estás obligado a presentarte ante el juez en la fecha indicada.

Si en el primer intento no hay nadie en casa, el cartero hará varios intentos y, si no te encuentra, dejará un aviso para que vayas a correos a recogerla.

Si no recoges la carta, legalmente no se te considera notificado, y no incumples ninguna ley al no acudir a declarar. Solo se podría alegar lo contrario si se demostrara que alguien evitó intencionadamente recibir la comunicación.

Una estrategia poco común pero conocida

No es la primera vez que ocurre algo así. Expertos explican que algunos abogados recurren a esta práctica para ganar tiempo. No es algo habitual, porque puede enfadar al juez e incluso, en casos extremos, ser considerado mala fe procesal.

Antes del juicio, los secretarios del juzgado pueden intentar confirmar si la carta ha llegado, pero no están obligados a hacerlo. Por eso, en muchos casos, hasta el día de la declaración no se descubre que los imputados no fueron localizados.

Y ahora, qué pasará

Hay dos caminos posibles. La vía más radical es que el juez dicte una orden de busca y captura, tal como ha solicitado la acusación.

La opción más habitual es emitir una nueva citación, esta vez reforzada para asegurarse de que llegue al imputado: se podrá entregar en el domicilio o en el trabajo, preguntar a vecinos o familiares por su paradero, e incluso realizar llamadas telefónicas.

El objetivo es que, esta vez, no haya excusas y Mur y Busca no puedan alegar desconocimiento. Mientras tanto, la sensación entre los afectados y la opinión pública es clara: toda España sabía que debían declarar… menos ellos.

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