Los sindicatos policiales se manifiestan este sábado en repulsa de la reforma anunciada de la conocida como 'Ley mordaza', la Ley de Seguridad Ciudadana que aprobó el PP y que ha sido ampliamente cuestionada por ser muy restrictiva.

Ahora, los policías aseguran que los cambios previstos van a minar su posición y sus reivindicaciones contra el Gobierno se han convertido en la excusa perfecta para que PP, Vox y Ciudadanos intenten rentabilizar el descontento.

Sin embargo, muchos de sus argumentos no cuadran exactamente con lo que la ley dice. En primer lugar, afirman que la ley arrebata a los agentes la presunción de la veracidad, lo que supone que los desautoricen. Pero esto no es así: la ley explicita que los agentes cuentan con esa presunción de veracidad y su palabra va a seguir sirviendo de prueba. Lo dice la ley, palabra por palabra. Aunque el texto recoge una excepción: el relato de las fuerzas del orden tendrá que ser "coherente, lógico y razonable".

Algunos agentes contrarios a la reforma también señalan que les pone en riesgo porque se podrá grabar sus actuaciones y difundirlas. Aquí hay matices: el Tribunal Constitucional ya avaló que periodistas y ciudadanos grabaran estas actuaciones en virtud del derecho a la información. Pero puede ser una infracción grave en caso de que estas imágenes circulen en redes sociales, foros de internet o supongan un riesgo real para sus familiares.

Un tercer argumento que esgrimen es que no van a poder llevar el material adecuado a manifestaciones o disturbios, ya que se prohíbe el uso de las pelotas de goma. Pero no se prohíben: la ley apunta que han de utilizarse siempre que se pueda "medios menos lesivos". Las balas de goma siguen siendo legales.

En cuestiones logísticas, apuntan que ahora no será necesario notificar a la Delegación de Gobierno las manifestaciones, lo que impedirá que los responsables de seguridad diseñen el dispositivo adecuado. Sin embargo, la ley lo relaciona con manifestaciones espontáneas como las surgidas en repulsa de la sentencia de La Manada, no a grandes manifestaciones conocidas como la del Primero de Mayo. Esto se hace así en defensa del derecho de reunión y manifestación.

Por otro lado, tampoco se van a convertir en "taxistas de delincuentes": la ley explicita que tendrán que devolver a los detenidos al lugar donde se los detuvo solo en el supuesto de que que la comisaría y este sitio se encuentren en localidades diferentes.