El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero está convencido de que Pedro Sánchez conseguirá los apoyos para una investidura, a pesar de que el PSOE no haya sido la lista más votada. Un hecho que, para Feijóo, sería una "anomalía".

Tras el escrutinio, el líder de los populares compareció y se expresó en estos términos: "Pido formalmente que nadie tenga la tentación de volver a bloquear España. Creo que es una petición legítima, democrática e imprescindible". Aseguró que "la anomalía de que en España no pudiese gobernar el partido más votado solo tiene como alternativa el bloqueo".

Lo cierto es que la anomalía de Feijóo es selectiva. Por ejemplo, no se aplica en más de un centenar de ayuntamientos en los que el PP no fue la lista más votada. Allí pactó con Vox y ahora gobierna. Tampoco en Extremadura, donde ganó Fernández Vara, ni en Canarias, donde también ganó el PSOE.

Feijóo cree que con esa "anomalía" no se puede ir a Bruselas. En un mitin, estableció que le parecía "importante que, cuando te reúnes con el presidente de la república francesa o con el canciller alemán, o con el primer ministro sueco, te reúnas porque has ganado las elecciones", pues de lo contrario, en su opinión, "empiezas a devaluar la democracia española y al final todo empieza a ir de forma decadente".

Precisamente, el primer ministro sueco del que habla Feijóo, Ulf Kristersson, no fue el más votado en su país. Obtuvo un 19% de los votos frente al 30% de los socialdemócratas, pero gobierna gracias a los pactos. De hecho, esta "anomalía" de la que habla Feijóo se da en otros tres gobiernos europeos: en Bélgica, Alexander De Croo gobierna como primer ministro y quedó quinto en las últimas elecciones; en Irlanda,Leo Varadkar gobierna aunque quedó tercero, y en Luxemburgo ocurre lo mismo con Xavier Bettel. Lo que Feijóo llama "anomalía" está a la orden del día en Europa.