El PP sacó el domingo al PSOE 750.000 votos en las elecciones municipales. Sin embargo, en la política española hace muchos años que lo importante son los bloques. Aquí la diferencia ha sido aún mayor. Los votos de candidaturas de derechas suman 10.200.000 de votos. Las izquierdas, 9.300.000 votos. Diferencia: 900.000.
En el bloque conservador metemos a PP, Vox, Junts, PNV, Ciudadanos, Coalición Canaria, Unión del Pueblo Navarro, candidaturas ligadas a Junts o Foro Asturias. En el bloque progresista sumamos las papeletas municipales para el PSOE, ERC, Más Madrid, Bildu, Compromís, Podemos, Izquierda Unida, BNG, Con Andalucía, los Comunes, la CUP, Nueva Canarias, Equo o Mes. En total, algo menos de 20.000.000 de votos.
Faltan en esos dos bloques 2.500.000 de papeletas. Son partidos que obtuvieron menos de 40.000 sufragios, partidos que no tienen una ideología totalmente definida y a los que el Ministerio del Interior coloca en la categoría de "Otros".
Con estos datos es con los que se han hecho las famosas extrapolaciones al Congreso de los Diputados: quizá hayan leído alguna que da victoria a Alberto Núñez Feijóo, pero no suman para gobernar España. Es un juego de política ficción muy divertido, pero poco real.
El motivo es que, primero, cada elección es distinta. Hay candidatos diferentes, momentos políticos diferentes, motivaciones diferentes, circunscripciones diferentes… Ejemplo: en unas elecciones locales hay partidos locales que luego puede que no vayan a las generales.
En segundo lugar por la participación, que también puede ser muy distinta. La movilización en unas generales suele ser superior a otras elecciones. El 28-M votaron el 64% de los convocados, pero en unas generales se suele mover entorno al 69%. Eso puede desequilibrar los bloques.
Hay que sumar que, si nos fijamos en los datos de las autonómicas, nos faltan los datos de las comunidades que el 28-M no eligieron sus parlamentos. Son cinco que pueden tener mucho peso: Galicia, Castilla y León, País Vasco, Cataluña y Andalucía.
Extrapolar estos datos a unas generales no sería real porque existe lo que se llama: el 'voto dual': Votar una cosa en tu ayuntamiento y otra en la comunidad. Un ejemplo claro de esto es lo que sucedió en las municipales en Fuenlabrada, en Madrid. Con prácticamente el mismo número de votantes, en la elección de su Ayuntamiento, el PSOE se llevó el 54% de los votos y el PP el 24%. En cambio, en su elección a la Comunidad de Madrid, el PSOE se llevó el 29% de los votos y el PP de Ayuso el 36%. En la misma ciudad, hubo miles de personas que metieron la papeleta de Ayuso para las autonómicas pero eligieron la de su alcalde, socialista, para las municipales.
Conclusión: extrapolar sirve para percibir alguna tendencia. Puede ser útil. Desde luego es divertido, pero es también política ficción.
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