Sorpresa en las elecciones de Países Bajos al conseguir el partido de los granjeros, oficialmente llamado Movimiento Campesino Ciudadano, ser primera fuerza en el Senado. La formación ha conseguido el 20% de los votos.
Aunque el partido de centroderecha asegura que representa al sector agrícola, no solo ha tenido apoyos en el mundo rural. Ha sido el más votado en ocho de las 12 provincias del país.
Con el respaldo obtenido, algo que pronosticaban las encuestas, la formación ha pasado de uno a 15 senadores en una cámara de 75, algo que altera totalmente los equilibrios y compromete mucho los pactos de Gobierno.
¿La clave de su éxito? Aglutinar a su alrededor todo el descontento ciudadano con la política ambiental del Gobierno. Países Bajos está siendo muy duro contra las emisiones de nitrógeno (quieren un 50% menos para 2030). Una realidad que conlleva el cierre de muchas de sus granjas y que tiene al país en pie de guerra.
Entre las propuestas de este partido están la energía nuclear, o el transporte gratuito en los pueblos. Además, quieren presentarse a las elecciones europeas de 2024.
La formación nació con las manifestaciones del sector agrícola contra los planes ambientales. De eso hace solo cuatro años. Entonces, miles de tractores colapsaron las carreteras de La Haya tirando estiércol porque, según los granjeros, ellos no son los responsables del cambio climático, sino las industrias o la contaminación.
Fueron esos tractores los que empujaron dos años más tarde hasta la Cámara a su fundadora. De hecho, la empujaron literalmente porque llegó subida a uno de ellos el primer día al Congreso tras convertirse en la primera diputada del partido.
Reportera de profesión, su líder ha hecho del color verde parte de su personaje, hasta en sus uñas. En más de una ocasión ha tenido que borrar sus opiniones en Twitter por comentarios racistas y homófobos. Pero parece que eso ha dado igual.
La primera en 33 meses
Todas las ideas y propuestas que se van de la Conferencia de Presidentes sin ningún tipo de acuerdo o compromiso
Falta de consenso La reunión trató sobre vivienda y financiación autonómica, pero no hubo acuerdo en medidas de vivienda ni en el reparto de menores migrantes no acompañados. El Gobierno solo dio recomendaciones.