La Justicia de Brasil ya investiga quién está detrás del intento del golpe de Estado vivido el pasado domingo, mirando más allá de los seguidores radicales de Bolsonaro y buscando un problema estructural del país. Para entender lo que ha podido pasar, hay que saber qué es la BBB.

Estas 'bes' corresponden a balas, bueyes y biblias: balas por los sectores proarmas vinculados a las fuerzas armadas, bueyes por los terratenientes con negocios relacionados con la agricultura y la ganadería, biblias por los evangelistas ultraconservadores.

En el recuerdo, la dictadura que sufrieron los brasileños entre 1964 y 1985. El expresidente Joao Guoulart inició una reforma agraria, negándose a invadir la Cuba de Fidel Castro, nacionalizando las petroleras y expropiando las tierras cercanas a carreteras y vías de tren. Entonces, miles de personas se manifestaron en contra del Gobierno.

En marzo de 1964, los uniformados dan un golpe de Estado. Goulart abandona Brasil y el mariscal Castelo, uno de los principales golpistas, se convierte en el nuevo presidente bajo el amparo de Estados Unidos. La dictadura hizo crecer la economía a costa de la pobreza de los trabajadores, con uno de cada cuatro brasileños viviendo en la indigencia.

Aparece un joven sindicalista: Lula da Silva

La población empezó a salir a la calle, los movimientos sindicales comenzaron a crecer y la dictadura respondió con más represión. Miles de brasileños sufrieron detenciones arbitrarias, torturas y asesinatos con grandes empresarios financiando el terrorismo de Estado.

A partir de los años 70, la fuerza de los empresarios empieza a diluirse y los movimientos de izquierdas cogen fuerza, con el joven sindicalista Lula da Silva liderando las protestas. El ahora presidente de Brasil fue detenido y pasó dos años en la cárcel. Finalmente, en 1985, se acabó con más de 20 años de dictadura.

El primer Gobierno que salió de la dictadura apostó por una ley de amnistía, la cual afectó a todos los presos políticos del régimen, pero también a los colaboradores de la dictadura. Ninguno de los casi 400 responsables pagó por ello, con 200 de ellos vivos, libres y sin haber sido juzgados. Esta situación creó un problema estructural en el país, con una sensación de una impunidad histórica que todavía existe hoy entre la élite del país y la derecha más vinculada a la dictadura.

Ahí es donde entra la BBB, con congresistas que respaldaron las políticas ultraderechista de Bolsonaro durante su mandato. Es a ellos a quien la Justicia está apuntando tras un intento de tumbar la democracia en Brasil.