La máxima instancia judicial de España, el Tribunal Supremo, ha asumido de manera unánime la responsabilidad de investigar al expresidente catalán Carles Puigdemont, situándolo en el epicentro del caso Tsunami Democratic. El tribunal lo acusa de promover acciones violentas, incluyendo el notorio asalto al aeropuerto de El Prat en 2019, elevando la causa a un nivel de gravedad sin precedentes al considerarlo liderazgo dentro de una organización terrorista.
Esta transferencia del caso desde la Audiencia Nacional al Supremo se debe a la implicación de dos figuras aforadas: Puigdemont y Wagensberg, lo que plantea interrogantes sobre el futuro judicial del proceso. Aunque la jueza del Supremo tiene ahora la batuta, el desenlace permanece incierto: el caso podría ser archivado sin más trámite o avanzar hacia etapas más complejas. La autorización del Parlamento Europeo es indispensable para proceder contra Puigdemont, lo que añade una capa adicional de complejidad y diplomacia al asunto.
Más Noticias
- El aislamiento de Pedro Sánchez revive el misterio de los 'cuadernos azules' en Moncloa
- Pedro Sánchez no dimite, pero otros presidentes como Adolfo Suárez sí lo hicieron
- Pedro Sánchez marca un "punto y aparte" en la lucha contra la desinformación y la reforma judicial: ¿cómo se materializará?
- Pedro Sánchez defiende trabajar por la "regeneración pendiente": esto dicen los indicadores internaciones sobre la democracia española
- La "estrategia política" de Pedro Sánchez desde un enfoque baloncestístico, un 'juego' de posesión
La decisión del Tribunal Supremo no solo reaviva el debate sobre la legalidad y las consecuencias de las acciones de Tsunami Democratic, sino que también pone en suspense el tema de la amnistía. Con un plazo de siete días para que el Congreso reconsidere la ley de amnistía, el escenario político y judicial español se mantiene en vilo.
Los ojos puestos en el comité federal del PSOE
María Jesús Montero emerge como figura central en el futuro del PSOE
Con las especulaciones sobre su ascenso y la atención centrada en su comportamiento en el comité federal, María Jesús Montero se enfrenta a la mirada crítica de sus compañeros. Mientras tanto, la ausencia de Pedro Sánchez plantea interrogantes sobre el rumbo del partido.