Vox ha multiplicado sus procuradores por 13 en Castilla y León tras el adelanto electoral, y sus votos podrían ser de utilidad para que el Partido Popular forme gobierno en la región, al no haber alcanzado la mayoría necesaria. Pero los 'populares' no tienen claro qué quieren hacer ni Alfonso Fernández Mañueco se ha pronunciado abiertamente sobre ello.
Mientras tanto, la extrema derecha ya presiona para entrar en el Gobierno. El líder de Vox, Santiago Abascal, ha mantenido que no han exigido formalmente nada pero que sí quieren "formar parte del gobierno siempre que sea para un cambio de rumbo". Este rumbo, como ha explicado Abascal en una entrevista en 'esRadio', deberá estar basado en sus preocupaciones políticas: "la industria, el campo y la natalidad; la legislación izquierdista asentada en Castilla y León en relación con la batalla de género que uspone una discriminación a los hombres, con la Memoria Histórica y con la entrada de algunos lobbies a los colegios".
Después de esta declaración, laSexta Clave trata de resumir qué es lo que Vox quiere exactamente a cambio de apoyar al PP en la comunidad. Y es que aunque no hablen de nada en concreto, saben lo que el PP puede dar (porque lo han visto) y lo piden: "Lo mismo o más que Ciudadanos", al tener más porcentaje de votos y de procuradores que cuando la formación naranja entro en el Gobierno de Castilla y León. Esto se traduce en al menos cuatro consejerías, una vicepresidencia y la portavocía.
Tampoco han dicho con nitidez qué consejerías querrían ocupar, pero llevan varios días lanzando mensajes sobre lo que les puede interesar. Por los temas, se deduce que están inclinados a quedarse con la Consejería de Economía e Industria; con la de Agricultura, Ganadería y Desarrollo rural; con Familia e Igualdad de oportunidades; y con Educación.
Abascal también ha hablado de "derogar" la Ley Autonómica contra la Violencia de Género del 2010 que es la que da acceso a las víctimas a determinados servicios de prevención. También les preocupa que en octubre Mañueco habló de ampliarla con refuerzo a la protección de las víctimas, posicionarse en contra de la violencia digital, la violencia vicaria y la violencia institucional, así como que haya protección a quienes apoyen a las víctimas.
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Y otra ley con la que quieren acabar es la de Memoria Histórica, que era "para recordar y honrar a quienes padecieron persecución o violencia durante la Guerra Civil y la dictadura franquista", tal y como recoge la Junta. Esto consiste en localizar, identificar y exhumar a las víctimas, así como destinar ayudas a las asociaciones de víctimas del franquismo. Esto es lo que Vox no quiere y que desde el minuto quiere cargárselo.
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