María Ángeles Sánchez Conde, número dos de la Fiscalía General y teniente fiscal del Supremo, se encuentra en el epicentro de la controversia que rodea el caso de Tsunami Democràtic. Es la primera mujer en ocupar su cargo, propuesta el año pasado por Dolores Delgado, y con 40 años de trayectoria como fiscal (los últimos 12 también como la primera mujer al frente de la Fiscalía del Constitucional).

Sánchez Conde enfrenta la difícil tarea de unificar criterios entre sus colegas del Supremo y la opinión de la Fiscalía de la Audiencia Nacional. Esta decisión podría determinar si Carles Puigdemont será investigado por terrorismo o no en el caso de Tsunami, un asunto que ha dividido a los fiscales del Supremo.

La reciente polémica sobre el cambio de opinión de uno de los fiscales del Supremo después de una reunión con el fiscal Álvaro García Ortiz ha añadido tensión a esta situación ya de por sí delicada.

Sánchez Conde fue nombrada por candido Conde Pumpido y es precisamente la mano derecha del Fiscal General del Estado, García Ortiz, recién renovado en su cargo por el Gobierno -y conocido como 'el fiscal del Prestige', el juicio que le dio fama-. De carácter progresista, la número dos de la Fiscalía General tendrá en sus manos la última palabra en este caso que está en boca de todos.