Durante el 'procés', se produjeron acusaciones de terrorismo que todavía están en los tribunales. Concretamente, hay señalados 12 miembros de diferentes CDR que se hacían llamar 'grupo de respuesta táctica' y que, según el juez, "evidenciaban una gran radicalidad".

Este grupo habría llegado a intentar fabricar artefactos explosivos, contando con pistolas simuladas. El sumario apunta que estaban intentando fabricar 'termita', realizando explosivos en el laboratorio que uno de ellos tenía en casa y que "habrían llevado a cabo todos los pasos para la elaboracion de sustanciancias incendiarias y explosivas". Además, contaban con planos de un cuartel.

Su objetivo era conseguir la independencia de Cataluña. Para ello, querían emplear violencia "en su máxima expresión", según el juez. El grupo participó en las acciones más contundentes de los CDR, con cortes de carretera en La Junquera, levantamiento de barreras de peajes, vertido de aceite en la carretera en la que tenía que pasar la comitiva que trasladaba a los líderes independentistas presos o manifestaciones que acabaron con la quema de mobiliario publico y fuertes disturbios.

Otro de sus objetivos sería ocupar el Parlament catalán. Según el auto del juez, querían entrar por la puerta principal, algo que supuestamente les facilitaría el acceso desde el interior para quedarse una semana allí. En ese tiempo, montarían antenas y una red indetectable para comunicarse con el exterior, todo con un presupuesto de 6.000 euros.

Estas 12 personas acabaron siendo detenidas en septiembre de 2019, acusadas de formar parte de una organización terrorista, fabricar explosivos y querer llevar a cabo acciones violentas. La Fiscalía pide penas de hasta 27 años de prisión para el grupo.