Pedro Urraca, conocido como 'el Cazarrojos', emerge del anonimato para enfrentar su oscuro legado mientras su nieta levanta el velo sobre sus crímenes. Durante décadas, Urraca fue el brazo ejecutor del régimen franquista, persiguiendo y entregando a cientos de exiliados, muchos de los cuales enfrentaron un destino fatal. Su siniestra carrera no se detuvo con el fin de la guerra civil española, sino que continuó hasta 1982, sirviendo fielmente al Gobierno.
Entre sus 'logros' más infames se encuentran la persecución de figuras prominentes como Azaña, Companys, Victoria Kent y Largo Caballero, así como la colaboración con los nazis durante la ocupación de Francia, donde extorsionó a judíos para su propio beneficio. A pesar de ser condenado a muerte en Francia al finalizar la Segunda Guerra Mundial, una maniobra de Franco le aseguró un destino diplomático en la embajada española en Bruselas, donde continuó sus actividades antidemocráticas.
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La historia de Pedro Urraca, el siniestro 'Cazarrojos', es un recordatorio sombrío de los horrores del franquismo y la complicidad de algunos en la perpetuación del régimen opresivo. Su falta de arrepentimiento hasta el final deja una marca indeleble en la memoria de aquellos que sufrieron bajo su tiranía. No te pierdas la revelación completa de su oscuro pasado en laSexta Columna, el viernes 12 de abril a las 9:30 p.m.
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