Con la investidura del Gobierno de la Región de Murcia a la vuelta de la esquina, Fernando López Miras ha ofrecido a la ultraderecha tres comisiones en la Asamblea, de las cuales una es la de Medio Ambiente, Agricultura y Agua.

Antonio Martínez Nieto es diputado de Vox en la Asamblea de Murcia defiende que una política medioambiental "bien ordenada" no es compatible con "conceder derechos humanos a los animales", ya que nos conduce "al animalismo". A lo que se refiere es a la Ley de Bienestar Animal, que no les da un trato humano a los animales, sino que busca evitar abusos, maltrato y de regular una problemática que afecta a casi 10 millones de hogares en España donde hay animales de compañía.

Martínez Nieto también dice que hay una ley que "prohíbe la explotación de los recursos energéticos españoles" y que conduce "a la sumisión" mientras "protege" a China o a Marruecos. El diputado de Vox se refiere a la Ley del Cambio Climático, que prohíbe las nuevas licencias. Lo que olvida Martínez Nieto es que, gracias a esa ley, España está a la vanguardia en Europa en el sector de las renovables.

Su otro objetivo es la Agenda 2030, la cual dice que busca "regular la vida privada". "La agenda funciona como una especie de Constitución, que nadie ha votado y que deroga los principios fundamentales de la soberanía nacional, de la libertad individual, de la familia tradicional y por supuesto la propiedad privada, promoviendo la ideología de género y el terror climático", asegura Martínez Nieto.

Sin embargo, la Agenda 2030 va más allá de las comunidades autónomas, incluso del país. No es un invento del comunismo ni de Pedro Sánchez. Es un acuerdo suscrito bajo el paraguas de la ONU en 2015 por 193 primeros ministros y presidentes de Gobierno, incluido el de España, que por aquel entonces era Mariano Rajoy, del partido con el que quieren gobernar. La Agenda 2030 aspira al fin de la pobreza, a la reducción de las desigualdades, a la igualdad de la mujer o la defensa del medio ambiente.