Nueva York se hunde. El peso de sus rascacielos está provocando que cada año el suelo baje dos milímetros de media. Es lo dice un estudio del servicio geológico de Estados Unidos que concluye que los miles de edificios de la ciudad presionan tanto en algunos puntos que puede hacer que hundan el suelo el doble: cuatro milímetros al año. Y esto mientras sube el nivel del mar.
El estudio se centra en el peso de los rascacielos y en cómo presionan el suelo haciéndolo bajar. Pero en todas las ciudades que pierden centímetros hay un factor muy importante y es la extracción de agua subterránea. Un factor que puede acelerar en gran medida el hundimiento del suelo debido a la actividad humana.
La ciudad de Nueva York soporta actualmente el peso de 1.084.954 edificios. La mayoría además concentrados en la isla de Manhattan. Todos esos edificios pesan 764 millones de toneladas. A esa cifra habría que sumar además los 8,4 millones de habitantes, sus enseres y el peso de sus infraestructuras, carreteras o servicios. A todo eso se añaden los más de dos millones de coches. Todo esto es lo que hace bajar el nivel del suelo.
Esta sobrecarga ya está teniendo consecuencias. Ya hay derrumbes, fachadas agrietadas y hace solo unos meses se hundió un garaje en el centro de Manhattan. También se nota a la hora de construir nuevos edificios. Uno de ellos ha sido noticia porque tenía una desviación de ocho centímetros y hubo que parar la construcción. Los cimientos no estaban bien puestos y la calidad de la tierra también era más frágil que como era en Nueva York hace años.
Si se tiene en cuenta esos dos milímetros de media anuales, la ciudad de Nueva York tardaría 500 años en bajar un metro. Aunque teniendo en cuenta que el nivel del mar sube, esa cifra se puede reducir a la mitad, hasta 250 años para bajar un metro. Parece mucho tiempo, pero hay ciudades que en 30 años estarán hundidas.
Esta situación puede frenarse y hay que prepararse como hacen en Países Bajos construyendo diques, compuertas o esclusas. En el caso de Yakarta, en Indonesia, la solución es otra. Construir una nueva ciudad para trasladar la capital, aliviar la presión demográfica de la urbe, lo que permitiría reducir tanto el consumo de agua como la contaminación y, por tanto, el hundimiento acelerado de Yakarta. Es por esto que asegurarse de que los edificios más grandes se ubiquen sobre el lecho rocoso más sólido podría ayudar a reducir la tendencia descendente.
No es el único
La última muestra de oligarcas peloteando al poder: Zuckerberg dona a Trump un millón de dólares pese a su animadversión
Los motivos Zuckerberg no quiere ir a la cárcel y, como directivo de una poderosa empresa, podría enfrentarse a grandes multas. Además, Trump ahora representa al Estado, controlando miles de millones de contratos y subvenciones, lo que aumenta su poder económico.