Un sueño absurdo

El Nobel de la Paz según Trump: presume de siete guerras "resueltas" mientras el 76% de los estadounidenses dice que no lo merece

Los datos El presidente estadounidense sigue soñando con la medalla dorada y busca apoyo internacional, pero la mayoría de su país no cree que tenga méritos, y entre los republicanos la opinión está dividida: 49% a favor y 49% en contra.

El Nobel de la Paz según Trump: presume de siete guerras "resueltas" mientras el 76% de los estadounidenses dice que no lo merece

Donald Trump no se conforma con haber ocupado la Casa Blanca; ahora apunta más alto… mucho más alto. Su gran sueño es el Premio Nobel de la Paz. Sí, el mismo que ha sido otorgado históricamente a líderes que han logrado grandes consensos internacionales o que han inspirado esperanza en momentos de crisis.

Trump, en cambio, parece verlo como la medalla perfecta para su ego. "Todos dicen que debería recibir el Nobel de la Paz", dijo, sin aclarar que quienes más han hablado bien de él son gobiernos como el de Israel, más interesados en congraciarse que en evaluar logros pacíficos.

En la ONU, Trump presumió de haber acabado con siete guerras en siete meses, otra afirmación falsa. Su intento por verse como pacificador mundial recibió un golpe directo de Emmanuel Macron: "Si quiere el Nobel, que acabe con la guerra en Gaza". Pero Trump no se inmuta; su fantasía de salir con la medalla colgando del pecho y el aplauso del mundo sigue intacta, un espectáculo que mezcla ambición y autoengaño.

Ahora bien, ¿podría realmente lograrlo? En teoría, sí. Primero, necesita una nominación, que solo pueden enviar ciertas figuras: parlamentarios, ministros, jefes de gobierno, académicos o ex premiados. Países como Israel, Azerbaiyán o incluso Armenia podrían hacerlo, bien por convicción o bien por halagarlo.

Luego llega la criba: de cientos de candidatos, el Comité Noruego del Nobel selecciona entre 20 y 30 finalistas, consulta a expertos, revisa pros y contras y vota. Con mayoría simple, Trump podría acabar escuchando la frase que tanto desea: "El Premio Nobel de la Paz 202X ha sido otorgado a Donald Trump".

La historia del Nobel muestra que ha habido premios polémicos: Barack Obama lo recibió tras solo nueve meses de gobierno, por la esperanza que inspiraba. Trump podría, en teoría, emular ese camino, aunque basándose más en su narrativa personal que en hechos concretos. De hecho, se ha filtrado que incluso durante conversaciones con Noruega sobre aranceles, uno de los temas que sacó fue el Nobel. Él lo quiere. Y mucho.

Pero, ¿qué opina su propio país? Ahí la cosa cambia. Según una encuesta del 'Washington Post', una amplia mayoría de estadounidenses, el 76%, cree que Trump no merece el premio, mientras que solo un 22% opina que sí. Entre los votantes republicanos, la división es casi perfecta: 49% a favor y 49% en contra. La imagen de Trump como "posible Nobel de la Paz" choca con la percepción de gran parte de su propio electorado, que lo ve más como showman que como pacificador mundial.

Así que aquí está el disparate: Donald Trump soñando con la medalla dorada mientras su propio país se ríe, lo critica o simplemente no cree que lo merezca. Un show más de su presidencia que combina ambición, fantasía y mucha confianza en su propia versión de la historia. Mientras tanto, el mundo mira, con asombro, ironía… y un poquito de miedo.