España tendrá su mundial de fútbol en 2030. A partir de ahora y hasta esa fecha, toca pensar en seguridad, organización, sedes... y en la mascota. Nuestro país, junto a Portugal y Marruecos, acogerá el campeonato. Y deberá encontrar al sucesor de uno de los iconos más queridos de la Copa Mundial de Fútbol de 1982: Naranjito.

La elección de la mascota es una cuestión primordial. Al final, un Mundial se recuerda por el ganador y por la mascota. En el caso de la Copa del Mundo que organizó España en 1982, todo el mundo se acuerda de los goles de Paolo Rossi, de Dino Zoff levantando la Copa del Mundo en el Santiago Bernabéu y como no, de Naranjito. Esa naranja convertida en futbolista que llevaba el uniforme de la Selección de España y un balón bajo el brazo.

Al concurso para elegir a la mascota se presentaron 600 proyectos. Naranjito ganó. Se impuso a fuertes candidatos como: Toribalón y Brindis. El primero, era un toro con su rabo, con sus cuernos y con un balón como cuerpo. Pretendía unir la representatividad para España del toro con el motivo del mundial, el balón. Además, tenía un lema: 'Furia Española'. Y Brindis era un torero. Según sus creadores, querían mostrar tres ideas: el mundo alegre, el fútbol y España. La evocación de España la da el capote, la montera y el brindis al toro

Sin embargo, la creación de los publicistas sevillanos Dolores Salto y José María Martín Pacheco se impuso en la votación final. La Real Federación Española se decanto por la naranja futbolista, sin saber que con el paso del tiempo se iba a convertir en todo un símbolo imperecedero. Al igual que sus amigos. Porque después llegó la serie de dibujos animados 'Fútbol en Acción' en la que aparecieron para hacer negocio sus amigos Clementina y Citronio. Tan 'frutales' como él e igual de bonitos y de estilosos. El 29 de mayo de 1979, Naranjito se convirtió en la primera mascota de un mundial que no fue ni humana ni animal. Por algo sería.