El Gobierno de la Comunidad de Madrid pidio 250.000 mascarillas FFP2 y FFP3 en el polémico contrato que ha hecho saltar por los aires la relación entre Isabel Díaz Ayuso y Pablo Casado, que llevó a una comisión recibida por el hermano de la presidenta regional. De ese contrato hemos querido conocer todos los detalles, descubriendo matices que no se han explicado hasta ahora.

Uno de los hechos que más llama la atención viene reflejado en el propio concepto del contrato. En él, se especifica que se adquieren esas 250.000 mascarillas FFP2 y FFP3 por valor de 1,5 millones de euros. En ese pedido, gestionado por Tomás Díaz Ayuso, llegaron las 250.000 mascarillas... pero todas fueron FFP2.

Como explica Joaquín Castellón en el vídeo, las mascarillas llegaron en dos lotes de 182.000 y de 68.000, pero no llegó ninguna de las FFP3, más caras, lo que podría haber influido en el precio de una manera considerable si únicamente se hubiese firmado por mascarillas FFP2, cuyo precio oscilaba entre los 2,9 y 4,3 euros en ese momento.

Ahí viene otro punto gris de la versión de Isabel Díaz Ayuso. En su tabla de precios de mascarillas, elige los modelos más caros. Manuel Madrigal, colaborador de Newtral.es, comprobó que, en el caso de las mascarillas FFP2, se estaba pagando el rango de precios comentado anteriormente, notablemente inferior al especificado en la tabla aportada por la presidenta madrileña en su comunicado.

Es decir, los madrileños pagaron por unas mascarillas FFP3 que nunca llegaron y, por las FFP2 que sí llegaron, se pagó un precio más caro que el que se pudo haber logrado de hacer un pedido únicamente de FFP2.