Bruselas ha pedido a todos los Gobiernos europeos que restrinjan desde ya el consumo de gas: el aire acondicionado a 25ºC y la calefacción a 19ºC. A las industrias les pide que vayan pensando en otras fuentes de energía porque las tradicionales están en peligro, porque como ha advertido el presidente de Francia, "el fin del gas ruso está cada día más cerca".

En este contexto, España, al igual que otros países, se prepara, y la primera en ejemplificarlo ha sido la ministra para la Transición Ecológica y vicepresidenta tercera del Gobierno, Teresa Ribera. Lo ha hecho con una serie de "mensajes subliminales" que laSexta Clave ha detectado en su reunión con la patronal del gas.

En la sala en la que se ha reunido con empresarios no había ninguna luz encendida y tampoco el aire acondicionado estaba funcionando, pese a que el calor está dejando en Madrid temperaturas de más de 40ºC. En cambio, las ventanas de la sala se encontraban totalmente abiertas, dando luz a la habitación.

Este es el mensajes que ha dado el Ministerio, que ve cómo la reapertura del gran gasoducto que traslada el gas ruso hacia Europa (el Nord Stream) se complica. La portavoz del ministerio de exteriores ruso, Maria Zakarova, pasa la pelota a Occidente y asegura que la operatividad del Nord Stream el próximo día 21 de julio depende de la demanda de gas y de las sanciones "injustificadas" a Rusia.