Rusia ha puesto en funcionamiento una maquinaria de desinformación para justificar la guerra en Ucrania. La desinformación es tal, que en muchos casos ni siquiera creen que exista una invasión orquestada por Putin.

El Servicio Federal de las Comunicaciones de Rusia está obligando a los medios de comunicación a informar basándose única y exclusivamente en las fuentes oficiales. Por lo tanto, la prensa solo tiene esta opción, no informar o contar lo que realmente está ocurriendo y exponerse a duras sanciones por parte del Gobierno.

Además, la agencia reguladora de comunicaciones de Rusia, Roskomnadzor, ha anunciado este viernes el bloqueo del acceso a las redes sociales Facebook y Twitter dentro del territorio ruso como respuesta a supuestos casos de "discriminación" contra medios de comunicación del país.

Ante esta decisión, la matriz de Facebook, Meta, ha señalado que están haciendo "todo lo posible" para restablecer sus servicios en el país para que la sociedad pueda expresarse de forma "segura" y "organizarse para la acción". "Pronto millones de rusos de a pie se verán aislados de información fiable, privados de su forma diaria de conectarse con sus familias y amigos y silenciados", ha alertado el vicepresidente de Asuntos Globales y Comunicación, Nick Clegg.

En su campaña de desinformación, Rusia ha llegado a asegurar que no ha existido el ataque a la central nuclear, sino que el Ejército ruso ha atacado a un grupo de rusos que se encontraba en la zona y han quemado una zona inservible de la planta.

Además, han difundido que los ucranianos están encerrado a niños en edificios para atacar desde allí al Ejército ruso y que, al responder, estos mataran a los menores. Tras esto, dicen, Ucrania se pondría en contacto con la prensa inernacional para dar visibilidad a lo ocurrido y culpar a Rusia.