La ministra y candidata socialista al Congreso, Diana Morant, pidió en un debate a Esteban Gónzalez Pons y Carlos Flores que no la tutelaran. Que la llamaran "señora Morant", como ella hacía con ellos. Pero los candidatos de PP y Vox se burlaron de ella, llamándola con sorna "señora ministra" y "su excelencia". Por desgracia la política es otro de los ámbitos donde la desigualdad entre hombres y mujeres sigue muy presente. A continuación, seis ejemplos más del machismo que persiste en la política.

El primero tiene relación con un debate entre candidatos: en 2014, Arias Cañete, entonces candidato del PP a las elecciones europeas, decía esto sobre enfrentar sus ideas con mujeres: "El debate entre un hombre y una mujer es complicado porque si haces un abuso de superioridad intelectual o lo que sea pareces un machista que esta acorralando a una mujer indefensa".

El segundo lo tuvimos que escuchar en la tribuna del Congreso de los Diputados, donde Vox fue más allá de los límites de la decencia, diciendo que el "único mérito" de Irene Montero era "estudiar en profundidad a Pablo Iglesias".

Otro ejemplo también en el Congreso fue en 2021, cuando Pablo Iglesias acababa de designar a Yolanda Díaz sucesora en la vicepresidencia del Gobierno. La comisión iba sobre el mercado laboral, pero un diputado del PP intentó devaluar a la ministra y vicepresidenta de nuevo con machismo: "Mucho sobre igualdad en su partido y su propio líder nos ha dejado claro que ahí dentro solo suben en escalafón si se agarran ustedes a una coleta, que para eso son ustedes como el cuento de Rapuncel"

En un cuarto ejemplo tenemos a Alfonso Guerra, cuando en 2010 opinaba sobre las primarias del PSOE en Madrid. Los candidatos eran Trinidad Giménez y Tomás Gómez, pero en el lenguaje de un exvicepresidente del Gobierno, las primarias fueron entre "señor Gómez" y la "señorita Trini".

El quinto ejemplo de machismo en la política es por parte de la prensa. Fue tras una reunión entre la primera ministra de Nueva Zelanda y su homóloga finlandesa para hablar sobre posibles acuerdos comerciales entre los dos países. Pero en vez de preguntar por eso, un periodista quiso saber si las dos ministras se habían reunido porque "son de la misma edad y se llevan bien". La respuesta de ambas fue magistral: "Me pregunto si alguien ha interpelado alguna vez a Barack Obama y John Key si se reunieron por tener la misma edad", dijeron. Señalaron: "Nos reunimos porque somos primeras ministras".

La escenografía también evidencia este machismo en la política. El mundo lo vio claramente en una reunión entre el presidente turco Tayyip Erdogan y los altos cargos de la Unión Europea. El presidente del Consejo Europeo, Charles Michell, y la presidenta de la Comisión, Úrsula Von der Leyen, ocupan el mismo rango dentro de las instituciones europeas, pero en esa reunión Von der Leyen quedó relegada, apartada en un sofá mientras los dos hombres se sentaban en un cómodo sillón. La imagen habla por sí sola. Seis claros ejemplos de machismo en la política.