En los últimos días, Laura Loomer, una agitadora de la extrema derecha estadounidense, ha estado en el centro de atención tras acompañar a Donald Trump en eventos clave, como el debate en Filadelfia y una ceremonia de conmemoración del 11 de septiembre. Loomer, conocida por su historial de difundir teorías conspirativas y comentarios racistas, ha sido una fiel defensora de Trump, algo que empieza a inquietar incluso a sectores del Partido Republicano.
La activista, de 31 años, no solo ha defendido teorías conspirativas relacionadas con los ataques del 11S, sino que también ha sido una constante fuente de desinformación. Uno de los más recientes bulos que ha difundido es la falsa afirmación de que los inmigrantes en Ohio comen perros y gatos, una mentira que Trump amplificó en el escenario del debate, justificando que solo repetía lo que había escuchado en televisión.
Loomer dice una barbaridad tras otra, es racista y se define a sí misma como "islamofóbica orgullosa". En un reciente tuit, Loomer hizo un comentario despectivo sobre Kamala Harris, diciendo que si llegara a la presidencia, "la Casa Blanca olería a curry", debido a los orígenes indios de sus abuelos.
Más Noticias
- Alvise Pérez, contra las cuerdas: sus cuatro (y podrían ser cinco) causas pendientes
- España, ante la peor crisis de natalidad de su historia, no está sola: el futuro económico global depende de la natalidad
- El fantasma de ETA, en el presente del PP y en el sufrimiento de unas víctimas que aún piden justicia
- Casas, árboles, torres eléctricas... ¿Qué puede arrasar un huracán tan devastador como Milton?
- Desde Ibiza hasta Vigo: las ocho islas privadas de España en manos de millonarios nacionales e internacionales
Llegaron a echarla de la aplicación de Uber, ya que alardea de llegar tarde a los sitios porque se niega a subir a taxis conducidos por musulmanes. También la expulsaron de 'X' y tras ello se esposó frente a las oficinas en Nueva York, comparándose con los judíos perseguidos y usando una estrella de David durante su protesta.
De vuelta al negocio
Viktor Bout, el 'mercader de la muerte' de Putin, regresa al tráfico de armas: ahora negocia con los hutíes
Tras su liberación en un intercambio de prisioneros, But se involucra en la venta de armas a los hutíes, lo que genera preocupación en Estados Unidos sobre la posibilidad de que Rusia arme a un enemigo de Israel.