Las fotos del 'caso mediador' demuestran las vergüenzas de los investigados. Por la mañana, lecciones desde la tribuna del Congreso, después paseo por el despacho con los empresarios y por la noche, fiestas en hoteles y burdeles con alcohol, drogas y mujeres prostituidas. Conocemos los detalles por la investigación judicial, pero es que también hay fotos. Hay pruebas. ¿Por qué se las hicieron? ¿Por qué no han aprendido de lo que les pasó a otros corruptos de la política de nuestro país?

Mayo de 1994. La revista Interviú publica un reportaje de las vergüenzas de Luis Roldán, el exdirector de la Guardia Civil en un hotel de Mallorca. Alquiló toda una planta siendo el máximo responsable del cuerpo de seguridad. Eran viajes que hacía con sus amigos con bastante frecuencia y en las que tampoco faltaba el alcohol y las mujeres. Las fotos se publicaron el mismo mes en el que Roldán se convirtió en el hombre más buscado del país tras huir de España.

Otro video que también ha pasado a la historia de la corrupción de nuestro país fue el de las vacaciones en el mar de Álvaro Pérez, Francisco Correa, Alberto López Viejo y Alejandro Agag. Todos acabaron condenados excepto el yerno de Aznar. Y si en el 'caso mediador', era el mediador quien hacía las fotos, aquí fue Pérez quien le dio a grabar a su cámara de video.

Más fotos, más fiestas con condenados. Sonia Castedo, exalcaldesa de Alicante, y el empresario Enrique Ortiz. Ella estuvo imputada por beneficiar los planes urbanísticos de Ortiz aprovechando su puesto. Pero acabó librándose. Para él anticorrupción pedía ocho años, pero pactó y el juez le condenó a una multa.

Otras veces las fotos sirven para confirmar amistades secretas. Eso le pasó a Eva Bórox. Era la número tres de Ciudadanos en la Comunidad de Madrid. Siempre negó que se hubiera reunido con el empresario David Marjaliza, uno de los cabecillas de la trama Púnica. Hasta que salieron unas fotos: los dos juntos de comida y de viaje.