María Guardiola ya ha puesto nombre y apellidos al nuevo Gobierno de Extremadura. Ha nombrado a sus consejeros y ha asumido, como dijo, el Instituto de la Mujer, protegiéndolo de Vox. Además, ha creado un nuevo organismo: la secretaría de Igualdad y Conciliación. Todo lo que Vox repudia. Eso sí, para contentar a la ultraderecha, la Junta contará con una dirección general de toros y otra de caza, gestionadas las dos por Vox.

Guardiola decidió gobernar con Vox en Extremadura, pero en Andalucía no pasa lo mismo. Juanma Moreno, ahora que no necesita a Vox, ha sido muy crítico con la campaña de los de Abascal. Según él, sus políticas han acabado apoyando a Sánchez.

"¿Usted cree que cuándo se cuestionan las políticas contra la violencia machista, usted cree que eso le puede favorecer?", ha dicho Moreno, en referencia al negacionismo del partido en materia de violencia de género.

El presidente de la Junta de Andalucía también les ha espetado que cuestionen los derechos LGTBI. Ha asegurado que hay electores conservadores con hijos del colectivo que "se sienten violentados" por su forma de hacer política: "¿Usted cree que cuando muchas veces se cuestionan los derechos de personas que son homosexuales y que sufren homofobia y se les condena, o se les cuestionan los derechos, usted cree que no hay madres, padres, conservadores y de derechas pero que sus hijos son homosexuales y se sienten violentados por esa actitud?".

Moreno viene a decir que las acciones y palabras de Vox tienen consecuencias electorales y que les perjudica en los resultados. Pero, por desgracia, las consecuencias van más allá: debemos condenar el odio y la intolerancia más allá de lo electoral. No se pueden cuestionar los derechos ni la violencia machista: hay que respetar a las víctimas. En eso no hay debate.