La inesperada noticia de que Ana Obregón ha tenido un bebé por vientre de alquiler a sus 68 años ha reabierto el debate político sobre una cuestión, la de la gestación subrogada, tras la que se mueve un negocio mundial multimillonario.

De hecho, se estima que en el año 2022 esta 'industria' generó unos 14.000 millones de dólares en todo el mundo. Y va a más, al punto de que el negocio alrededor de los vientres de alquiler crece a un ritmo anual del 25% y se calcula que para 2032 moverá unos 130.000 millones de dólares, casi 10 veces más del dinero que genera ahora mismo.

La gestación subrogada se ha convertido en un negocio muy lucrativo, pero el precio varía mucho en función del país del mundo en que se realice el proceso: tanto es así, que la gestación puede oscilar entre los 40.000 euros y los 200.000. Tras consultar varias agencias de alquiler de vientres, en el ranking mundial de precios mínimos los países más baratos están en Asia, donde en Tailandia e India rondan los 40.000 euros y son solo para sus nacionales.

En Europa, el país más barato es Ucrania: allí alquilar un vientre costaba unos 43.000 euros. Después viene Georgia, con más de 47.000. Un escalón por encima está México con un precio mínimo de 61.000 euros, aunque puede alcanzar casi 90.000 euros. En Albania, la base están en los 62.000 euros y luego encontramos República Checa o Grecia, mientras que en Canadá el precio mínimo sube ya hasta los 80.000 euros. Encabeza la lista Estados Unidos: conseguir un bebé allí por esta vía cuesta como mínimo 100.000 euros.

Precisamente el país norteamericano es aquel con más tradición y más agencias oficiales que ofrecen hacerse así con un hijo. El proceso se puede ir hasta los 170.000 euros y, según fuentes del sector, a la mujer explotada, que pone su cuerpo, se le pagan unos 40.000.

Un proceso tan mercantilizado que incluso hacen descuentos por el 'Black Friday', tal y como puede verse en el vídeo que ilustra estas líneas, en el que puede verse cómo una agencia británica anunciaba un 3% de descuento en sus servicios de vientres de alquiler por el 'Black Friday', que ofrecían con un vídeo de una mujer paseando por una sala llena de recién nacidos en sus cunas.