El Partido Popular ha convocado un acto para el 24 de septiembre, dos días antes de la investidura de Alberto Núñez Feijóo, para que la ciudadanía pueda mostrar su "rechazo" a la amnistía. Algo que ha generado dudas: ¿Qué PP es el que convoca este "gran acto" contra la amnistía? ¿Es el PP que llama golpistas a Junts o el que negocia con ellos? ¿Es el que dice que "no hay que salir a la calle sino hablar en el Parlamento" o el que quiere tomar la calle? ¿Es el que piensa que hay que buscar un encaje a Cataluña en España o el que piensa que ya está "encajada"? Existen demasiadas incongruencias en los discursos del PP. Demasiadas dudas.
De primeras, parece que hay varios Partidos Populares. Y también que hay varios Feijóos. Porque el líder del partido no ha dejado de dar bandazos. El último, sobre cómo responder a la posible amnistía. Durante una entrevista, le preguntaron que si el "clamor social" contra la negociación, ¿tiene que canalizarse en la calle?". A lo que respondió que él prefiere "el diálogo y las discusiones en los Parlamentos antes que en la calle". La entrevista fue el domingo y en ese momento, no pareció que estuviera planteándose ningún tipo de movilización. Ni siquiera tenía prisa en dar respuesta a este asunto: "Primero queremos el precio que el señor Sánchez está dispuesto a pagar. Veremos cuales son los mecanismos del TS para reaccionar y tercero, veremos que ocurre en el caso que esa ley pueda llegar al TC".
Sin embargo, sólo tres días después, y tras las palabras del expresidente del Gobierno, José María Aznar, Feijóo, convocó a las calles: "Hemos decidido, el lunes pasado, después de la junta directiva, hacer un acto del PP en Madrid. Hemos decidido hacerlo en la Plaza de España. Y todos aquellos constitucionalistas están invitados a un acto en el que vamos a reivindicar la igualdad de los ciudadanos ante la ley".
Desde que la investidura ha quedado en manos de Junts, el Partido Popular ha dicho una cosa y la contraria. Los de Puigdemont han pasado de ser golpistas, a interlocutores válidos. Y de interlocutores válidos, a golpistas otra vez. Al principio, se iban a reunir con ellos, pero después no. Y al mismo tiempo, han reconocido contactos. Feijoo, además, señaló que no iba a tocar la mesa de diálogo con Cataluña, pero horas después rectificó y afirmó que sí la iba a eliminar.
Otra de sus polémicas fue el uso de la palabra "encaje". Feijóo señaló que "había que buscar un encaje del problema territorial de Cataluña". Unas palabras que causaron polémica y que sentaron mal a parte de su partido. Sin embargo, el líder de los populares ha intentado justificar sus palabras. Se ha defendido apelando que usó "a propósito" la "terminología independentista". Aún así, lo que ha quedado claro es que en el PP parece que hay un poco de lío desde que Junts tiene la llave del Gobierno.
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