La erupción del volcán de la Cumbre Vieja de La Palma ha brotado con más fuerza después de que parara brevemente su actividad durante unas horas este lunes. Tras recuperarse, el magma corre por las laderas a una velocidad más rápida que en las últimas jornadas. Esto se explica porque la enorme colada 'cabalga' sobre las dos creadas previamente y se desliza por un terreno que ya ha sido allanado, como si de un tobogán se tratara.

El Instituto de Geociencias de Madrid explica que ahora el volcán ha entrado en una "fase efusiva donde coladas, de naturaleza más fluidas, bajan del cono principal". Algo que entra dentro de los parámetros de este tipo de volcanes, los estrombolianos, con fases más explosivas y otras más efusivas.

Al avance de la lava hacia el mar se suma la actividad sísmica en la isla. Hoy se han detectado dos seísmos. Uno a primera hora de la mañana, a dos kilómetros de profundidad en El Paso. Y otro de magnitud 3.2 más al sur, en al zona de Fuencaliente y con una profundidad de 11 km.

Según los últimos datos, hasta el momento la lava ha destruido totalmente 589 edificaciones y afectado a casi 700. Además, la superficie arrasada hasta el momento alcanza ya las 258 hectáreas. Son datos del satélite europeo Copernicus que también muestra que hasta ahora son 21 los kilómetros de carreteras destruidas por el avance de las coladas.