Las emblemáticas fiestas de la Blanca en Vitoria-Gasteiz podrían verse drásticamente alteradas este año ante la posible ausencia de txosnas, las populares tabernas callejeras que animan las celebraciones. Los responsables de las txosnas han decidido plantarse ante la exigencia de emitir facturas obligatorias bajo el sistema 'ticketBAI', una medida que consideran "ideológica" y contraria a la esencia de las fiestas populares.
Desde la Hacienda Foral de Álava, sin embargo, defienden la obligatoriedad del 'ticketBAI' como una herramienta crucial para combatir el fraude fiscal. "No se trata de un ataque a las fiestas, sino de asegurar que todas las transacciones económicas se registren correctamente", afirmó un portavoz de la institución.
La preocupación de los txosneros no es nueva. Hace años que Hacienda ha puesto la mira en las fiestas populares, intensificando las inspecciones en ferias y verbenas. Ejemplo de ello fue la actuación de los llamados 'Montoritos' en 2012, cuando el entonces ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, envió inspectores por sorpresa a la Feria de Abril de Sevilla para controlar las facturas de los negocios y actividades.
El año siguiente, en 2013, las inspecciones llegaron a las Fallas de Valencia, desatando el enfado de la alcaldesa Rita Barberá. Aunque Barberá intentó frenar la acción de los inspectores, no tuvo éxito, y las verificaciones continuaron, centrándose en las transacciones comerciales de las comisiones falleras.
Otras festividades icónicas como los Sanfermines en Pamplona tampoco han escapado al escrutinio de Hacienda. Los alquileres de balcones para ver los encierros, que pueden llegar a costar hasta 500 euros, deben ser declarados como rendimientos de capital inmobiliario, al igual que una vivienda o una plaza de garaje.
Incluso las fiestas de barrios organizadas por vecinos han sido objeto de vigilancia fiscal. En Galicia, por ejemplo, se detectaron irregularidades en la contratación de orquestas para verbenas, donde los promotores recaudaban dinero puerta a puerta sin declarar los ingresos a Hacienda.
Según el Consejo de Seguridad Nuclear
Las seis zonas contaminadas por radiactividad en España: Tarragona, Toledo, Madrid, Murcia, Huelva y Almería
¿Es peligroso? Según informes de Greenpeace y la Sociedad Española de Protección Radiológica, los niveles de radioactividad en estos suelos son bajos, pero el peligro continúa.