La semana pasada, el actor Chris Hemsworth sorprendió a muchos cuando anunció que dejaba su carrera temporalmente después de conocer que sufre un alto riesgo de padecer Alzheimer en un futuro. Esta noticia le llegó en pleno rodaje de una serie, tras haberse sometido a un test de ADN cuyo resultado es que la probabilidad de que sufra esta enfermedad es entre ocho y diez veces mayor que el resto de la población.

Esto nos ha llevado a preguntarnos por estos test y su fiabilidad, los cuales nos dan mucha información útil. En nuestro ADN, tenemos dos genes que nos lo pueden decir: uno de nuestra madre y otro de nuestro padre. El gen que lo indica con certeza es el APOE4, que tiene tres variantes: la 2 (que reduce el riesgo de padecer Alzheimer), la 3 (neutro, que no incide en el riesgo) y la 4 (que aumenta el riesgo).

Hemsworth tiene la combinación de dos variantes 4: ha heredado de su padre y de su madre dos E4. Esto solo pasa en un 3% de la población. La genética puede llegar a ser decisiva a la hora de marcar la vida de una persona, con factores externos como el ejercicio, la alimentación, el estrés o las condiciones medioambientales que pueden ser fundamentales.

Estos test son útiles para prever el Alzheimer, pero no lo son tanto para otras enfermedades. De lamayoría de enfermedades no podemos saber por nuestra genética si vamos a tenerlas, aunque sí que podemos saber las posibilidades de las enfermedades hereditarias, las que nos pasan nuestros padres, como algunos tipos de anemias, la diabetes o una fibrosis quística.

¿Y para el cáncer? Con un test genético, puedo saber si tengo probabilidades de tener algunos tipos de cáncer, como puede ser el de mama. También hay que aclarar que no todos los test son iguales, habiéndolos más caros y más baratos. La clave está en la base de datos que tienen para comprar esos resultados.