Asturias, la segunda región más golpeada por la crisis de los pellets, elevó la alerta solo un día después de la llegada de los primeros plásticos, solicitando inmediatamente la intervención del Gobierno. En contraste, la Xunta de Galicia, bajo la dirección de Rueda, miente sobre los tiempos y eleva la alerta hace unas horas, pero no pide ayuda, dejando a la región en una situación crítica.

Cantabria también destaca al activar el nivel 2 de emergencia en tiempo récord y solicitando la recogida de pellets en alta mar. Mientras, el Ministerio de Transición Ecológica lo considera imposible este tipo de recogida. Pero el más previsor sin duda, el País Vasco, que se adelanta al activa la alerta antes de la llegada de los plásticos y ya trabaja en la recolección marina.

En este caos, otras Comunidades como Canarias y Valencia se preparan ante la posibilidad de que los plásticos lleguen a sus costas, pero la Xunta sigue sin acciones concretas. El alcalde de Vigo lidera la crítica a la Xunta, prometiendo analizar por su cuenta la composición de los plásticos a través de instituciones públicas competentes.