En España, la incertidumbre judicial crece mientras el ex ministro de justicia, Juan Carlos Campo, pide abstenerse en el debate crucial sobre la amnistía en el Tribunal Constitucional. ¿Cómo afectaría esta decisión a las mayorías en un tribunal ya dividido? Además, se vislumbra una posible cascada de recusaciones que involucra a destacados magistrados, como Cándido Conde Pumpido, Laura Díez, Enrique Arnaldo y Concepción Espejel, generando dudas sobre la imparcialidad en decisiones trascendentales.

Si Juan Carlos Campo se abstiene, el constitucional se queda con 10 magistrados, planteando interrogantes sobre las mayorías en un momento crucial. Pero la controversia no se detiene aquí, ya que el presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde Pumpido, enfrenta posibles recusaciones por su pasado vinculado al gobierno socialista, generando tensiones en la ya frágil estabilidad del tribunal.

La lista de posibles recusados no se agota con Conde Pumpido. Laura Díez, hoy magistrada del Constitucional, podría enfrentar cuestionamientos debido a su conexión con el gobierno socialista de Pedro Sánchez, impulsor de la amnistía. Asimismo, Enrique Arnaldo y Concepción Espejel, vinculados al PP, podrían ser susceptibles de recusación, arrojando sombras sobre la imparcialidad en un tribunal clave para decisiones que afectarán a toda la nación.

La posible falta de quórum y la amenaza de recusaciones plantean un escenario incierto en el Tribunal Constitucional. Con la decisión sobre la amnistía en juego, la composición del tribunal se vuelve crucial, y las conexiones políticas de los magistrados emergen como factores determinantes.Con los seis miembros que quedarían en el Tribunal Constitucional no se alcanzaría el número mínimo, creándose un embrollo constitucional.