Yolanda Díaz sigue tejiendo su apuesta para las elecciones generales y ya ha estrenado portavoz: Ernest Urtasun. Se le ha visto acompañando a Díaz en su visita al Parque Nacional de Doñana, desde donde ha hablado por primera vez como portavoz de Sumar. Defiende que en las negociaciones no se ha vetado a nadie y ha repetido lo que lleva días diciendo la vicepresidenta: la coalición tiene que estar lista cuanto antes. No quieren esperar hasta el viernes a última hora.

Urtasun apenas supera los 40 años y ya ha dedicado más de la mitad de su vida a la política, que le viene de cuna porque ya sus padres eran activos militantes del eurocomunismo. Solo tenía 15 años cuando empezó a militar en los Jóvenes Ecosocialistas. Y 21 cuando su nombre apareció por primera vez en una papeleta, a las municipales en Barcelona. Fue de la mano de Iniciativa per Catalunya Verds, la formación ecologista y de izquierdas con la que volvería a concurrir en 2009 al Parlamento Europeo, sin lograr escaño.

Decidió centrarse en su carrera diplomática y aparcar la política, que como hasta ahora, había discurrido en Bruselas. De la mano de Raúl Romeva, elegido eurodiputado en 2004, Urtasun se convirtió entonces en su asesor hasta 2008. Conocía bien las entrañas del europarlamento cuando resultó elegido diputado en 2014. Ocupaba el tercer puesto en la lista de La Izquierda Plural, así que se integró en el Grupo de Los Verdes. Fiel defensor de las cuestiones medioambientales, de la transparencia en los acuerdos comerciales europeos y de la cooperación en asuntos migratorios. Uno de sus últimos reproches al PP se ha ganado miles de reproducciones en las redes sociales.

En las primeras negociaciones para el Gobierno de coalición de cuya labor presume, su nombre sonó entre los candidatos a la cartera de Universidades. Su sintonía con la todavía vicepresidenta Yolanda Díaz no es nueva, sobre todo después de negociar con Ada Colau la formación de los comunes en la que los suyos se acabaron integrando. Aunque sus posturas no siempre han ido de la mano. Por ejemplo, ante el envío de armas a Ucrania del que la líder de Sumar siempre se ha desmarcado.