Hackeo al Hospital Clínic de Barcelona. Los expertos han asegurado hoy que las técnicas utilizadas son novedosas, sofisticadas y complejas. Conclusión: los informáticos del centro están trabajando, pero dar un plazo para la recuperación del control del hospital es imposible. Detrás este hackeo 3.0: el grupo de cibercrimen 'Ransom House'. Piratas cibernéticos que suelen pedir dinero a cambio, aunque esta vez, de momento, no lo han hecho. Por si acaso la Generalitat avisa: no van a pagar ni un céntimo por el rescate.
Los ciberataques a hospitales son cada vez más frecuentes porque los datos de pacientes se pagan bien. Por un historial clínico, solo uno, un hacker llega a cobrar más de 800 euros en la 'deep web', las profundidades más oscuras de Internet. Están muy cotizados porque se usan para toda clase de fraudes y hasta para suplantaciones de identidad.
El mayor ciberataque de los últimos años ha sido 'WannaCry'. Es el ataque informático por excelencia. Afectó a 260.000 ordenadores de 150 países, entre ellos España. Telefónica dio la voz de alarma. Después cayeron Iberdrola y Gas Natural. En Reino Unido fue un caos absoluto porque afectó al servicio de salud británico dejando cuatro millones de euros de pérdidas.
El objetivo de estos ataques suele ser económico. Los ordenadores se bloqueaban y no se podía acceder a ningún dato a no ser que pagases. Pedían 300 euros en bitcoins a cambio de una contraseña para poder desencriptar los archivos. La cifra oficial asegura que así ganaron al menos 100.000 en toda Europa.
En España pagaron particulares, personas con su ordenador infectado, pero también ha habido empresas que han tenido que pagar. La empresa de VTC, de transportes, Uber pagó. Y ocultó el pago y el ataque. Fue en 2016. Robaron los datos de 57 millones de usuarios y de siete millones de conductores. Los piratas pidieron 100.000 euros a cambio de no publicar los datos. Uber pagó. Y encima no lo hicieron público hasta un año después.
Estos dos ataques fueron por dinero. Pero también hay ataques por venganza. Por ejemplo, el que Sony asegura que le hizo Corea del Norte. En 2015 presentaron la película “The Interview”, una sátira sobre Corea del Norte y Kim Jong-Un. Tras el estreno llegó el mayor hackeo a la industria del cine. Sony tenía mucha información sin cifrar. Así se revelaron sueldos de actores, 'tráilers' de próximas películas y guiones.
Dentro de los ataques informáticos hay un subgénero que son los ataques a páginas porno y sitios de citas. Ataques muy difíciles de cuantificar porque el robo de datos se hace para extorsionar a las víctimas. El ataque más grande fue a 'Friend Finder' un sitio de pornografía, Robaron 412 millones de cuentas que además vendieron en el mercado negro, incluyendo correos electrónicos y contraseñas.
Y peligrosos también los ciber ataques a infraestructuras. El más importante fue en Estados Unidos: un ataque a la red de oleoductos. Se supone que fueron hackers rusos. Desconectaron el servicio y los oleoductos no funcionaban. Biden tuvo que decretar el estado de emergencia en 18 estados del país para poder transportar combustible por carretera. La empresa pagó cuatro millones de dólares para recuperar el control de sus infraestructuras.
"La cocaína de los pobres"
Cómo la droga más usada entre los yihadistas convirtió a Siria en un narcoestado bajo el régimen de Al Assad
Beneficios de la venta La producción masiva de Captagón, protegida por el régimen sirio, financió una década de guerra civil, moviendo más dinero que todos los cárteles mexicanos juntos y dejando al país como líder mundial en tráfico de drogas.