En medio de la escalada de tensiones tras los recientes ataques de Irán a Israel, el tiempo de reacción de los líderes europeos ha sido objeto de escrutinio. Si bien el alto representante de Política Exterior de la UE, Josep Borrell, condenó "enérgicamente" los ataques poco después de la medianoche, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, optó por una declaración de "máxima preocupación" sin que aparezca la palabra "condena" hasta la mañana siguiente, a las 9:50 a.m.

Estas discrepancias han alimentado el debate sobre el papel de España en el escenario internacional. El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, cuatro minutos después de Sánchez, a las 12:25 p.m, publicó: "Condenamos el ataque indiscriminado del régimen iraní contra Israel". Además, este lunes ha afirmado que España fue el último país de la Unión Europea en condenar los ataques.

En un análisis de laSexta Clave hemos podido ver cómo el domingo por la mañana, después del tuit de Sánchez, otros líderes europeos aún no se habían pronunciado. Por ejemplo, la primera ministra italiana Giorgia Meloni dijo nueve minutos después que Sánchez, 9:53 a.m que "el gobierno italiano reitera su condena de los ataques iraníes contra Israel".

Y el presidente Macron condenó el ataque "en los términos más enérgicos" un cuarto de hora después que Sánchez, a las 10:00 a.m. Esta compleja dinámica de tiempos y declaraciones pone de relieve la interconexión de intereses políticos y estratégicos en la esfera internacional.