España tiene posiblemente la ley de secretos oficiales más desfasada de Europa. La OTAN quiere que la actualice y ha instado al Gobierno a acelerar una ley de secretos oficiales para homologarla a otras.

La futura norma adecuaría nuestro ordenamiento jurídico a las necesidades actuales y a los estándares internacionales. El Gobierno busca ahora apoyos, pero de momento seguimos rigiéndonos por una norma franquista, de 1968.

El borrador contempla cambios como ampliar de dos a cuatro los niveles de información secreta oficial. Ahora mismo solo existen los niveles 'secreto' o 'reservado' en función de la implicación para la seguridad de nuestro país.

España es una de las pocas democracias que no tiene un tope temporal para la desclasificación de esos secretos oficiales: sí que incluye un tope el borrador de la nueva ley, 50 años ampliables a otros 10.